Olores

A pesar de que el emir El-Zagal tumbó los planes de traición de Yahía Al-Nayar para entregar Almería a los Reyes Católicos, él se rindió en 1489, tras las capitulaciones de Baza, junto a las que se pactaron las de Almería. Al entregarle a Fernando II las llaves de la ciudad, El-Zagal conseguía que no se derramara sangre alguna y que las construcciones quedaran intactas, aunque, tras entrar triunfante a caballo en la ciudad, el rey tomó la Alcazaba, donde construyó un castillo mejor adaptado a sus enseres armamentísticos y de artillería.

Hace un año que la extrema derecha ha entrado cabalgando a gobernar Andalucía, pero no como los Reyes católicos en Almería, el PP ha entrado a saco acompañado del grito dominante, beligerante y amenazador de Vox, con la obsesión de acabar con todo lo que huela a PSOE, sin respetar edificios ni personas. Moreno Bonilla, a pesar de sus recortes, poniendo en pie de guerra la sanidad y la educación, entre otros, se ha dado un caprichito gastando 50.000 € en un nuevo logotipo de la Junta, más lo que gastará en adaptarlo a uniformes, sábanas, autobuses, colegios,…, así no me extraña que exija desesperadamente las devoluciones del IVA que no le exigió a su compañero Montoro; ansían borrar todo lo que huela a PSOE, poniendo incluso en manos de amiguetes externos a RTVA la dirección de informativos, para esconder sus tropelías y las barbaridades antidemocráticas de sus socios.

Pero la realidad es tozuda. Por más que traten de limpiar Andalucía e impregnarla de hedor neoliberal y ultra conservador, Andalucía huele al partido que siempre ha creído y luchado por la autonomía de esta tierra, huele a igualdad de oportunidades y universidad gratuita, a investigación con células madre y avances médicos con técnicas pioneras, huele a dependencia porque, a pesar de que Rajoy no cumplió con lo que le correspondía, el gobierno del PSOE asumió el 80 % del coste. Andalucía seguirá oliendo a PSOE porque ha contribuido al desarrollo de millones de personas libres y cultas que no se dejarán pisotear como en épocas pasadas.