La decisión de Moreno Bonilla de cerrar el hospital de la Cruz Roja es una de las peores noticias que podíamos recibir los almerienses. Almería pierde un hospital céntrico, con alrededor de un centenar de camas hospitalarias, personal sanitario, quirófanos y un hospital de día para tratamientos ambulatorios.
Almería necesita, y en eso estábamos trabajando los socialistas, más hospitales con su propio personal sanitario y no que le cierren un hospital. Un alquiler de 50.000 euros no puede ser la excusa ni tampoco que las instalaciones estén obsoletas, pues para eso están los presupuestos de la Junta de Andalucía y las empresas que se dedican a rehabilitaciones y reformas.
Lo que el cierre de Cruz Roja pretende ocultar es que la puesta en funcionamiento del Materno Infantil no viene acompañada de la contratación de toda la plantilla que debe sumarse a la apertura de un nuevo hospital. El personal que no contratan para la apertura del Materno Infantil se lo traen de la Cruz Roja, mientras que las camas que trasladan de Torrecárdenas al Materno Infantil provienen, igualmente, de la Cruz Roja. Vamos, lo que viene a ser una mudanza.
No hace mucho, la consejera Carmen Crespo pedía que se reformara la Cruz Roja, pero ahora calla, traga y mira para otro lado ante el anuncio del cierre del hospital, al igual que el alcalde de Almería, que consiente los ataques de sus compañeros de partido al derecho de los vecinos de Almería a tener una sanidad pública mejor.
En un momento en el que seguimos registrando un elevado número de contagios por coronavirus, a nadie en el mundo se le ocurriría anunciar el cierre de un hospital. Un hospital que, en un momento dado, podría servir hasta como punto de aislamiento de personas que deben estar en cuarentena, por ejemplo.
Hace unos días, Moreno Bonilla estuvo en Almería para inaugurar la escultura en reconocimiento a los sanitarios y guardó silencio sobre el cierre de este hospital. Lo sabía, pero esperaron a que se marchara para hacer el anuncio. A ese acto acudieron, entre otros, tres alcaldes del Partido Popular que, desde que gobiernan las tres derechas, han perdido un edificio de consultas externas en Almería, el hospital de la Cruz Roja, avanzar en el segundo Hospital del Poniente en Roquetas de Mar y poner en marcha la ampliación del Hospital del El Ejido.
Todo esto es un absoluto despropósito y un castigo sin paliativos a la provincia de Almería. ¿Se atreverían a hacer lo mismo en Málaga, Granada o Sevilla? Seguro que no.
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