El día 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental y hablar de salud mental es algo que nos suena lejano pero que sentimos muy cerca. Todos conocemos a alguna persona afectada por algún trastorno. En España el 18% de la población padece al menos un trastorno mental. También es muy posible que conozcamos a alguien que decidiera quitarse la vida, pues en España de media 10 personas todos los días deciden terminar con su vida.
Estos datos que ya me parecen de vértigo, se incrementarán con el tiempo, llegando a ser en 2030 el principal problema de salud del mundo, según datos de la OMS. Dar datos nos hace tener conciencia de la dimensión del problema, pero, detrás de cada una de esas cifras hay una familia que sufre una persona que desespera o una vida que se sesga. Los motivos por lo que esto sucede son variados, pero básicamente hace falta inversión por parte de las instituciones publicas.
Las cifras de suicidio que tenemos en la actualidad son muy parecidas a lo que teníamos en los años 90 por muerte en accidentes de trafico. Ante esto, el gobierno decidido invertir en campaña publicitarias, se crearon nuevas leyes… El resultado es que se ha reducido drásticamente el numero de personas que mueren en la carretera (buen trabajo sin duda). En la actualidad el suicidio es la primera causa de muerte evitable en España, pero a diferencia de lo que sucedió antes, ahora no se habla, ni se invierte, ni sale en los telediarios.
Otro gran problema de la salud mental en España es el estigma y los prejuicios. Ir a una consulta de psicología en muchos casos se convierte en un reto, una actividad que ocultar y que pocas personas serán capaces de informar a su entorno próximo, es algo que debe ser ocultado por miedo al estigma que supone padecer un trastorno mental, o simplemente ir a una consulta de psicología. Es difícil concretar por donde se debería de empezar para llevamos muchos años de atraso. Hay que hacer programas socioeducativos para luchar contra el estigma, hacen falta más profesionales de la salud mental, principalmente psicólogos y psicólogas. España tiene cuatro veces menos por habitante que la media de Europa. Y por el contrario somos el primer país en consumo de psicofármacos. Hace falta crear nuevas figuras como el acceso a la psicología en los centros de salud. Reducir la medicación y aumentar la psicoterapia, infraestructuras y una larga lista de recursos que parecen no llegar.
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