No mires arriba

La última película de Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence, ‘No mires arriba’, emitida estos días en Netflix, es una sátira de nuestro tiempo, reflejo de una sociedad decadente, amoral y farsante donde reina la ausencia de la verdad –que no necesariamente de la mentira- en beneficio de un espectáculo pirotécnico fascinante. Reconozco que no me empecé a reír hasta pasada la mitad de la cinta, cuando la protagonista, una joven científica, decide contar en un pub la verdad desnuda a quienes desean escucharla. A partir de ahí, se suceden los momentos descacharrantes y geniales.

Como casi cualquier comedia, los críticos no están siendo muy generosos en el elogio. Nunca entenderé por qué tienen tan mala prensa este tipo de películas y por qué no abundan en la Historia del cine, cuando es mucho más difícil hacer reír al espectador que conmoverlo con un drama o inquietarlo con un thriller, aunque éstos, obviamente, también tienen su aquel. ‘No mires arriba’ ofrece variados ingredientes para pasar un buen rato y, de paso, reflexionar acerca de la estupidez humana, tan inabarcable.

La peli contiene escenas desternillantes y surrealistas que en otra época pasarían por fotogramas de series distópicas de la misma plataforma televisiva Netflix. Sin embargo, el filme de Adam McKay deja al descubierto muchos de los rasgos que nos han distinguido como especie en los últimos tiempos: la proliferación de creencias en supercherías y de vendedores de crecepelo como primeros ministros en democracias avanzadas o la alucinante manipulación de la gente a través de las redes sociales y medios de comunicación. 

Claro que la realidad ha superado a la ficción en los últimos años: hemos contemplado cómo una extravagante panda de descerebrados asaltaba el Capitolio de Washington, la aparición de un virus presuntamente creado en un laboratorio en China que causaría estragos mundiales, otro abultadísimo grupo de chiflados negando la existencia de dicho virus (y convencidos de que todo es un complot de Bill Gates para acabar con la población), hiperventilados independentistas catalanes liderados por un bufón llamado Puigdemont intentando destruir la democracia española… Quién lo iba a decir hace apenas diez años. 

‘No mires arriba’, en fin, es una divertida e hilarante caricatura cinematográfica pero bien podría ser una especie de biografía de la humanidad reciente o el manual de instrucciones de un mundo que se puede ir a la mierda en cualquier momento.