Ilusionismo del horror

Siempre he disfrutado con los buenos espectáculos de magia, ese ilusionismo que nos envuelve a todos, por más que atiendas a cada movimiento sutil y certero con que logran encandilarnos quienes se dedican a ello. Un arte, el de producir efectos inverosímiles, que viene de lejos, pues se conocen documentos de magia encontrados en Egipto que datan del 2200 A.C.

Son varios los conceptos que llevan a clasificar en distintos tipos la magia actual, ya sea por número de espectadores, objetos utilizados, tipología de efectos,…, pero hay un tipo que es preocupante, el ilusionismo político, ese que tanto practica la derecha española.

Da igual que el mago sea más estridente, como Casado, o menos como Feijóo y Moreno Bonilla, todos te hacen creer lo inverosímil y sacan de la chistera el truco de la bajada de impuestos para hacernos creer que, a la vez, se puede mantener todo aquello que se paga con ellos. Su truco es el de siempre en la derecha, desmantelan lo público para hacer que no funcione, y lo privatizan con sus amiguetes que, en el fondo, nos sale más caro. Si no, que se lo digan al mayor aprendiz de mago de Andalucía, Moreno Bonilla, quien ha desmantelado delante de nuestras narices la sanidad pública en menos de una legislatura, como Copperfield hizo desaparecer la Estatua de la Libertad.

No es de extrañar que el portavoz del PP andaluz y, en ratos libres, alcalde de Almería haya aprendido muy bien este arte, aunque más bien parece un vil trilero que nos mueve los montantes de dinero presupuestado escondido como una bola bajo tres vasos. Y es que Ramón ha dejado de gastar 31 M€ del presupuesto pasado para pagar facturas de adjudicaciones a dedo, sin contrato y atrasadas, o para invertirlo en publicidad institucional, nada menos que 180.000 € que, sin decir ni ¡abracadabra!, desaparecen de nuestros bolsillos y pueden aparecer en la campaña publicitaria electoral del PP para las municipales de 2023. Un gran contraste con los míseros 60.000 € previstos para ayuda de emergencia social. 

Pero todo mago tiene ayudante, la derecha más extrema y populista pretende ayudarles a efectuar sus trucos ofreciéndonos su rostro más sonriente para despistarnos y no poder encontrar la trampa, como en Andalucía. Pero en el fondo, estos ayudantes de mago están preparando el número estrella, el de escapismo que practicaba el inigualable Houdini, pero dejando dentro de una urna con agua al mago pepero y sin ayudarle a deshacerse de los candados y cadenas, para horror de los espectadores, la ciudadanía.