Llevamos ya casi dos semanas del año 2023 y, pasadas las navidades, es como si nada hubiera cambiado de un año para otro en esta provincia.
Un vistazo a los periódicos y ediciones digitales de las últimas semanas nos sitúan en el debate de los dos grandes temas que siempre generan controversia, sobre todo en el ámbito político. Me refiero al agua y a las comunicaciones.
Por un lado, la llamada guerra del agua vuelve a situar en el tablero político las discrepancias en torno a los trasvases. No diré yo que los agricultores de Castilla-La Mancha sean insolidarios por querer limitar cada vez más el envío de agua a través del trasvase Tajo-Segura. Lo que sí digo es que en su momento la Ley de ese trasvase perjudicó los intereses de los regantes almerienses y, ahora, varias décadas después ni murcianos ni alicantinos se prestan a pedir que Almería sea la más beneficiada. A Almería solo le corresponden las migajas. Menos mal que en esta sedienta tierra sabemos como nadie exprimir hasta la última gota que sale de un pozo o de una desaladora. Y aún así fueron varios cientos los almerienses que esta semana fueron a Madrid a pedir que no haya recortes en el trasvase. Crudo lo llevamos. Llevamos diez años con una desaladora destrozada en Cuevas y es ahora cuando empiezan las obras. Y nadie pide perdón ni se sonroja.
Otro tanto de lo mismo ha ocurrido esta semana con las comunicaciones. Lo mejor no es que Renfe haya anunciado un tren con trasbordo que tarda poco más de 9 horas desde Barcelona hasta Almería. Lo peor es que, en sentido inverso, se tardan más de 12 horas, con más de una hora de espera en la estación de Linares-Baeza para coger otro tren.
Y así ha empezado el año 2023. Nada nuevo bajo el sol, salvo que Shakira nos ayudó ayer durante minutos a olvidarnos de las promesas de más desaladoras y de que el AVE llegará en 2026. Ya queda menos.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/250449/nada-nuevo-bajo-el-sol-salvo-el-video-de-shakira