El problema de la falta de médicos

Resulta curioso que, en nuestro país, se produzca una gran demanda para Bachillerato de Ciencias de la Salud (opción de estudios donde más estudiantes tenemos) y, a la vez, exista un déficit de médicos y profesionales sanitarios en general. Para acceder a las carreras sanitarias se exige una calificación más alta que, salvo excepciones, en los demás grados universitarios. Llevo casi cuatro décadas como profesor de Bachillerato y, curso a curso, vengo observando esta relación de gran demanda y escasa oferta. Por otra parte, para estudiar, por ejemplo Medicina, se pide una nota muy próxima al 14 sobre 14; es decir que, en teoría, los mejores alumnos de Bachillerato son únicamente los que pueden acceder a estos estudios. Otros muchos chavales con gran vocación quedan fuera del sistema una y otra vez por décimas o centésimas. ¡qué barbaridad! ¡qué método más injusto se utiliza para medir! El que lo consigue, y después de 6 años estudiando el Grado (es la carrera con más años de duración) tiene que buscar una plaza a través del sistema de oposiciones MIR. El nivel de exigencia es máximo y, como llegan a estos estudios una minoría muy selecta académicamente, el fracaso en la carrera es mínimo. Todo es más incongruente cuando examinamos la necesidad de facultativos, sobre todo en Familia, que requiere nuestro país. Estos días hemos conocido que van a comenzar estudios de Medicina en Huelva y que, por ejemplo, en Almería se va aumentar el número de plazas en la UAL de 60 a 75. Buena noticia, pero insuficiente a todas luces. ¿Por qué hay carreras donde, además de no generar salidas profesionales, la oferta supera con creces a la demanda y otras, como prácticamente todas las de la opción de salud, tienen trabajo asegurado y no hay oferta suficiente a pesar de la gran demanda? 

     Esto tiene que solucionarse de forma urgente y sin demagogias políticas porque la salud es el bien más preciado y, si queremos cubrir a toda la población, el esfuerzo inversor ha de ser prioritario.