Apreciado David, con orgullo y satisfacción, dada mi condición de Hijo Predilecto de Almería, tengo el placer de felicitarte y desearte mi más efusiva enhorabuena, por tan merecido nombramiento, que con indudable acierto, te ha otorgado el Ayuntamiento de nuestra ciudad.
Es de especial satisfacción, que un almeriense de tu proyección internacional pueda pasar a formar parte de este cuadro de paisanos que gozamos de esta prerrogativa, porque llevamos nuestra tierra en lo más profundo de nuestros corazones.
Por motivos profesionales, al encontrarme estos días en Jordania impartiendo un Curso de Instructor de F.I.F.A., no he podido acompañarte como era mi intención; y haber asistido al emotivo acto de tu nombramiento, no obstante, tendremos oportunidad de vernos pronto por nuestra Almería.
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