El calor y otras cosas que pasan en campaña

Cuando en la mañana del 29 de mayo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció de forma solemne el anticipo de las elecciones generales y las fechó para el 23 de julio fueron muchos los ciudadanos que se echaron las manos a la cabeza porque tocaba de nuevo ir a las urnas en pleno verano.
El paso de los días ha dado la razón a aquellos que no veían muy conveniente desarrollar una campaña electoral en una época en la que hemos tenido la ola de calor más grande en lo que va de año. No solo en Almería. También en el resto de España.

Quienes seguimos a diario la actualidad política asistimos a una campaña electoral rara, atípica, sin grandes mítines (ya sabemos que a los actos solo van los convencidos de cada partido, salvo la excepcionalidad en los pueblos) y sin grandes mensajes porque parece que todo se gastó en las pasadas elecciones municipales.

Dicen por estas tierras que la próxima legislatura volverá a ser la del AVE y la del agua. Como si eso mismo no lo hubieran dicho hace cuatro años.

Dicen por estas tierras que Rafael Hernando (PP) puede volver a los pasillos del Congreso de los Diputados con el otro Hernando (Antonio), el socialista. Ambos se han curtido como políticos en la Cámara Baja. Ni uno ni otro han nacido en Almería, pero recuerden aquella pegatina en los coches donde se podía leer ‘En Almería nunca serás un extraño’.

Nos queda apenas una semana de campaña electoral si es que a lo que estamos viendo en estos días se le puede llamar campaña. Jamás se ha visto a tanto político buscando la sombra en Almería para hacer declaraciones a los periodistas en plena calle, cuando el sol calienta de lo lindo a las doce del mediodía y cuando miles de residentes y turistas disfrutan de la playa. Seguro que a algún candidato se le ocurre un paseo electoral en El Zapillo en la zona de los chiringuitos. “No des ideas, Simón …”