Carta a Hernando (a los dos)

Dijo el otro día el diputado del PSOE, Antonio Hernando, nacido en Chamberí -no el de Pescadería, sino el de Madrid- que se ve viajando en tren a la Villa y Corte en 2026 en poco más de tres horas. Se lo soltó así a Juan Antonio Cortés, un periodista que en algún momento equivocó  su camino cuando se lanzó a las ondas en vez de quedarse junto a las letras; se lo soltó así, esperanzado, risueño, aunque ya sin gafas azules, como quien lanza un órdago al mus,  en una entrevista divertida -fresca y veraniega, decían antes los directores- quizá sin pensar -si piensas mucho en estos tiempos te llaman cobarde y tibio en este país de extremos; Vox, de hecho, triunfa porque es gente sin complejos, que dice cosas gordas que no piensan, como quien embiste, si las pensasen no las dirían- que eso no será posible: el AVE de Almería a Madrid -queda dicho ya- no tardará tres horas (imposible), teniendo en cuenta que hará de cinco a nueve paradas: en el mejor de los casos: Almería-Vera-Lorca-Murcia-Elche-Orihuela y Madrid-Chamartín; en el peor: Almería-Vera-Lorca-Murcia-Orihuela-Elche-alicante-Villena-Albacete Cuenca y Madrid-Atocha. Sí, sabemos que queda mucho, tres años en el mejor de los casos, pero, a día de hoy, así están las cosas. Lean los tiempos de viaje de los murcianos en La  Verdad. Los operadores quieren trenes llenos para poder rentabilizar paradas y si los almerienses no nos ponemos como locos a viajar, habrá paradas y más paradas y ya el AVE no será tan AVE. El tiempo aproximado será, por tanto, entre cuatro y cinco horas para llegar desde la Plaza de Fraga -que se debería llamar de Ivo Bosch- hasta la Estación madrileña. Lo que sí puede revolucionar el AVE son los viajes de Almería a Vera, en unos veinte minutos, lo mismo que ir a Aguadulce en coche con retenciones. 

Rafael Hernando, uno de los diputados más simpáticos de la historia de Almería, desde que en 1993 fuese bautizado por Pototo como el Niño de la Alcarria, no elude el fuego directo y dice que duda de las fechas del AVE, cuando quien lo frenó y tapió fue su Gobierno, que fue encadenando presupuestos sin ejecutar uno detrás de otro hasta 2019. Si alguna vez alguien tiene que sacar pecho por el AVE de Almería será el guitarrista de Richoly. Comparten apellido, cunerismo y buen rollo, los dos Hernandos, y quizá compartan vagón dentro de tres años. Tendrán 60 y 65 años, respectivamente. Ya serán menos niños.