Viajeros al tren: Almería olvidada

Desde que en el año 2000 ASAFAL (Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería) presentara un dossier con las carencias y necesidades ferroviarias de nuestra provincia, las respuestas a estas legítimas reivindicaciones prácticamente han brillado por su ausencia. Hace unos días, el Catedrático de la UAL, Andrés Sánchez Picón, impartía, una charla en Clasijazz donde hacía referencia al AISLAMIENTO FERROVIARIO DE ALMERÍA calificándolo como la historia de un sinsabor. La realidad actual es que nuestra provincia es una “isla ferroviaria” porque ¿quién coge ya el Tren? Es triste contemplar cómo de generación en generación la costumbre de subirse al ferrocarril se va perdiendo y nuestros jóvenes prefieren cualquier otro medio de transporte aunque sea más contaminante e inseguro y menos romántico. El almeriense tiene la sensación real, cuando coge el Tren, de que “va a otro ritmo” en comparación con cualquier otro lugar de España. De esta forma y, si añadimos la escasez en la frecuencia y número de Trenes que circulan desde nuestra provincia, no es de extrañar que el número de viajeros, en relación a la densidad de población, que utilizan el ferrocarril haya descendido bruscamente en Almería año tras año mientras ocurría lo contrario en Andalucía y en el resto del Estado. La comarca del Poniente almeriense (desde Almería a Adra viven casi medio millón de habitantes) jamás ha conocido el sonido de una locomotora. Es asombroso que por las zonas de mayor productividad y riqueza no circule ningún Cercanías que sería vital para descongestionar el tráfico y subirse tanto al ferrocarril de la sostenibilidad ambiental como al de la conexión territorial y humana. En toda Europa no existe un caso parecido porque no hay ningún lugar medianamente poblado que no esté enlazado por Cercanías. El AVE no lo es todo ya que es vital atender la movilidad diaria de la gente a través de Tranvías y Cercanías que conecten con los barrios y el Levante y Poniente almeriense.