En La Alcazaba, por una infancia digna

La infancia de la tierra avanza hacia una deriva dramática, víctima de las injusticias que la deshumanización ha generado, con su poderosa maquinaria de sistemas aniquiladores. Mientras las criaturas agonizan o padecen las señales del espanto, la Bestia Dorada -desde su altura, sus cúpulas, bombarderos, cajas fuertes, despachos de la angustia, hemiciclos sin memoria, mafias de la banca (atravesada por canales de sangre vertida), emperadores corruptos, casas de bobos privilegiados, y en fin, toda la cadena del terror- derriba con la zarpa del odio todos los derechos que las niñas y niños aguardan, mientras mueren o esperan en el lugar de la desolación. En la Bestia Dorada se concentran los fracasos del planeta, el culto de la egolatría, la soberbia del tarado que se siente por encima de los mares de gentes humilladas -quienes vienen clamando por una humanidad de dones repartidos con equidad y de una justicia conquistada. Ante semejante estado de la vulneración de los derechos y el clamor planetario, llamada límite de socorro, exigimos respuestas duraderas. 

Para ello, nos hemos agrupado, desde la libertad de la creación, para desvelar un Amanecer en la Alcazaba nuevo y diverso, donde, el núcleo de la infancia destrozada, les haga emerger a los artistas con una potencia poderosa, expresada con muy distintas formas de denuncia y belleza. Desde el círculo en llamas de un sentimiento agónico -que pide el cumplimiento de los sueños para los seres quebrantados-, el fascinante campo de la imaginación en Almería se ha puesto a trabajar, a un mismo tiempo, en sus propuestas para el teatro, la música, el flamenco, el jazz, las canciones de autor, los coros, la danza, la poesía, los cuentos, la imagen, el arte floral, los nuevos hallazgos creativos, la animación, la improvisación o testimonios de imborrables vivencias. Es decir, otra forma de reivindicación y denuncia: una ética manifestada a través de los más variados lenguajes estéticos. Un proceso alucinante de búsqueda y elaboración. Un Amanecer que se configura desde abajo, en los barrios, colegios, asociaciones y colectivos; en la soledad de la composición o en la sala de ensayo; más de un centenar de creadores y responsables de la organización, con una generosidad radical y transgresora, tras meses de participación, creación y esfuerzo, tienen ya desplegados sus sueños para una nueva infancia, acordes con la carta de derechos y los objetivos del milenio. 

De esta manera, a las cinco de la mañana del domingo 10 de junio, el delicadísimo Amanecer en la Alcazaba, con sus luces sobre la medina y la mar, se une al gran movimiento que sacude la tierra, para el ennoblecimiento de la vida de la chiquillería.