La huelga de los médicos

No voy a negarles su derecho, a los médicos del Hospital del Poniente, a convocar para hoy una huelga. Lo primero es lo primero. ¿Pero dónde quedan los derechos de los pacientes a ser reconocidos (hoy) por los caballeros de la bata blanca? A esos que les den, ¿verdad, señores? Que vuelvan mañana. ¿Y si alguno no lo hace? Se quejan, y con la razón, de los recortes de la Juntan. Y para fastidiar a los señores Griñán, Valderas, Montoro y cía, patada en  las posaderas de los usuarios-enfermos del servicio de salud. Siempre hay un justo que pague el pato. Que sí, que estoy de acuerdo con las reivindicaciones de los señores médicos, pero tendrían que saber que no es a la Junta a la que perjudican. Que en Sevilla se frotan las manos con estas huelgas. Ya están contando los euros que les van a descontar por el día de hoy. Si quieren de verdad crear un problema a los gestores, no suspendan ni una operación, como vienen haciendo de forma habitual. Cuando lo hacen no perjudican a la directora del centro, ni al sexólogo de la capital, tampoco a la guapa consejera de Sevilla, perjudican sólo y exclusivamente a los hombres y mujeres que tenían día y hora para una operación que vienen esperando desde hace meses. A los políticos, el que vuelvan mañana los enfermos les da exactamente igual, no les quita el sueño. Con el añadido de que les dan la escusa perfecta para ponerles a ustedes a los pies de los cabreados enfermos. Que no se lo decimos en la cara, es cierto, pero quién es el guapo que le dice al brujo del poblado lo que de él piensa. Hay alternativas para que sean ellos los que se preocupen, no los enfermos.