Entrañable, íntimo y emotivo. Al amparo de estos tres calificativos el centro social del Lavadero de Chirivel acogió anteanoche el homenaje gráfico que el grupo de artistas Gabar ha rendido a Julio Alfredo Egea, con la participación de poetas, escritores, periodistas y amigos. Encomiable tarea desarrollada por esta asociación capitaneada por el maestro grabador Antonio Egea Martínez, que nació hace más de un lustro con el objetivo de reunir a los interesados por el mundo artístico, a difundir obras de artistas dentro y fuera de la comarca velezana y a promover actividades formativas. Unos dos años han empleado los veintidós autores participantes de este grupo en realizar las 36 obras, entre cuadros, fotografías y grabados, que integran la exposición-homenaje dedicada al autor chirivelero, quien entre bromas hizo saber, una vez más, su “mosqueo” con este tipo de actos, sobre todo por la edad que le toca, aunque a decir verdad este maestro de la palabra es un joven y buen vecino de su pueblo, con quien, como es habitual, se puede disfrutar de una amena conversación y reír sin sonrojo ante sus ocurrencias y anécdotas.
Tiempo ha que este ramillete de cultivadores del arte andaba a la zaga de este sencillo, sincero y sentido reconocimiento a quien desde la primavera de su vida ha paseado el nombre de Chirivel, de los Vélez y de Almería por numerosos rincones y lugares, como subrayó la hospitalaria alcaldesa, Enma Sola, que no quiso estar ausente de este homenaje en el que el homenajeado toreó en plaza propia con la sencillez humana y personal que le caracteriza. Anduvo el cantor de la sabina certero y ajustado en su franca alocución, en la que agradeció todas y cada una de las intervenciones precedidas y en las que se resaltaron las cualidades personales y literarias del ilustre paisano, a la par que se evocaron vivencias y recuerdos compartidos con el autor en las que no faltaron las alusiones a la temática literaria del homenajeado: la naturaleza y el humanismo, esencialmente. El autor recibió de manos del grupo Gabar una carpeta con los grabados que integran la exposición-homenaje en la que cada una de las obras realizadas por los artistas participantes está acompañada de un fragmento literario del escritor, que a su vez ha servido de inspiración o de motivo para la creación de dichas obras. Además, la carpeta incluye las creaciones especificas desarrolladas por algunos de los integrantes del grupo inspiradas en el poema “El loco”, elegido expresamente por Julio Alfredo Egea para la ocasión, en el que magistralmente transciende la disyuntiva entre el mundo rural y urbano. La muestra-homenaje viajará, posiblemente en otoño, a la capital y a otros lugares de la provincia para que la misma tenga una mayor proyección y pueda ser conocida por otros almerienses.
Literatura y arte, y viceversa, se dan la mano en este justo y acertado reconocimiento en el que Julio Alfredo Egea, “el poeta de Chirivel”, es el corazón de Gabar.
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