Decía Buda que “para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de enderezarte a ti mismo”. El Ministro Wert no sabe, al igual que el resto del Gobierno; acusó la semana pasada de irresponsable a la principal organización de padres y madres de alumnado de España, por secundar la huelga contra las medidas tomadas desde su Ministerio.
Wert abandera el cinismo del Gobierno. Y es que no veo responsabilidad en la reducción de profesorado, aumentando el alumnado por aula, o en la subida exponencial de tasas universitarias, ni perjudicando al profesorado con el aumento de horas, o haciendo rivales a los centros publicando resultados académicos. Tampoco veo responsabilidad en sus provocaciones verbales, o eliminando programas como Escuela 2.0 o Educa 3, para promoción del Infantil de 0 a 3 años, perjudicando a las mujeres en su incorporación al mercado laboral, ni convirtiendo los consejos escolares en meros órganos consultivos y no de gobierno.
Su despropósito le lleva a plantear un anteproyecto de Ley educativa retrógrada, elitista y excluyente, no consensuada con el profesorado, ni con sindicatos, ni con representantes de familias y de alumnado, es decir, que Wert ha consultado con su propia ignorancia, bueno, y con Cospedal.
Vendría bien reforzar las asignaturas instrumentales, pero no con reválidas que alejan del sistema a los menos brillantes; habría que dar otro giro a la FP concertando con empresas, pero sin echar al alumnado de la educación superior; se debe evaluar las competencias del alumnado, pero sin carreras de obstáculos con abandono de quien tiene dificultades y desconfiando del profesorado al imponer evaluadores externos.
Irresponsabilidad sí, la de Wert que no deja su cartera ministerial y vuelve a ser tertuliano.
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