Respeto y consideración

Los médicos almerienses le piden a la Junta de Andalucía “respeto y consideración”. No puedo estar más de acuerdo con ellos. Si algo necesitamos es que se nos respete desde el poder, que se nos considere como ciudadanos que cumplimos con nuestras obligaciones y que pedimos nuestros derechos. Los médicos, como el resto de la sociedad almeriense, está sufriendo las malas praxis que nos han ofrecido los distintos gobiernos que hemos tenido en España y el que durante más de treinta  años nos vienen atosigando democráticamente en la comunidad andaluza. Los votos de los ciudadanos así lo vienen diciendo consulta tras consulta. Entiendo sus quejas, sus reivindicaciones y hasta su huelga. Están en su derecho. Es mucho pedirles a ellos que respeten y consideren a los hombres y mujeres que con sus impuestos pagan sus sueldos. ¿O ese no es nuestro derecho? Miles de ciudadanos, o cientos, la cifra es lo de menos, no pudieron ir a la consulta médica el pasado martes 23. Los facultativos, con todo el derecho del mundo, nadie se lo quita, habían decidido hacerle una huelga al presidente de la administración que les gobierna: José Antonio Griñán. El problema es que la huelga no la soportan ellos (los doctores en medicina), tampoco Pepe Griñán (presidente de andalucía), ni siquiera el señor Valdivia (delegado de Griñán por estas latitudes en materia de salud), la soportan los enfermos, los que pagan la seguridad social, o SAS, como ahora la llaman los señoritos de Sevilla. Se nos llena la boca de derechos, pero de los nuestros, nunca de los que están sentados en el banco de enfrente.