El espíritu de la generosidad

Un año más la Navidad marca el cierre de un año que, en el caso 2012, ha resultado especialmente complicado para todos. Por lo que respecta a la actividad municipal, en el Ayuntamiento hemos seguido trabajando para hacer de la gestión municipal una palanca de transformación y progreso de la ciudad de Almería y todos sus barrios.   Así, a lo largo de este año hemos visto cumplidos compromisos como la remodelación del histórico Mercado Central, la Plaza Pavía, la Escuela Municipal de Música, el mercado de La Cañada o la peatonalización de nuevas calles. Por lo que respecta a 2013 los almerienses veremos avances significativos en la habilitación de los terrenos liberados de la Estación, en la mejora de las condiciones de la Plaza Vieja; el Barrio Alto o en proyectos de futuro como la Biblioteca Municipal o el Parque de las Familias. 

Por otra parte, el escenario global de carencias y disminuciones que supone esta crisis nos obliga a todos a ofrecer la mejor versión de nosotros mismos y a destacar la vigencia de valores como la solidaridad, el esfuerzo, la determinación y la confianza. Este tipo de actitudes, tan vinculadas con el sentimiento navideño, cobran una especial relevancia a la hora de hablar de la entrega y generosidad que muchos almerienses ofrecen estos días a otros almerienses que se encuentran atravesando problemas y dificultades derivadas de la crisis. Las personas que estos días están contribuyendo en la recogida de alimentos o juguetes para hacer más llevaderas las Navidades a muchas familias almerienses merecen nuestro reconocimiento y apoyo. En este sentido, y de cara a este nuevo año, me gustaría invitar a todos los responsables políticos, a los interlocutores sociales y, en definitiva, a toda la sociedad almeriense, a tener siempre presente que el espíritu de responsabilidad y compromiso debe estar siempre por encima de las naturales diferencias ideológicas. Estoy convencido de que lo conseguido hasta ahora nos anuncia que vamos a ser capaces de dar respuesta a los problemas de hoy y de mañana. Y en estos días tan llenos de presencias, pero también de ausencias, quiero reiterarles mi felicitación en esta Navidad, deseando que esta Navidad seamos capaces de abrir con convicción nuestro corazón al espíritu de la generosidad y que todos volvamos a sellar nuestro compromiso con las personas a las que queremos y con las cosas en las que creemos. Feliz Navidad a todos.