Contrapunto

Contrapunto

Kayros
23:02 • 27 dic. 2012

Tiene mucha razón la Iglesia católica cuando defiende que la cultura europea no puede entenderse sin la presencia del Cristianismo. El famoso coral del “Mesías” de Haëndel, la obra religiosa de Bach (no entremos ya en la gran pintura o literatura renacentistas), ¿a qué aluden  si no es a un mundo informado por la fe brotada de la Biblia? Sin embargo, tampoco debemos echar en olvido la Europa laica y el esfuerzo que a través de la razón ha ido haciendo aquí el pensamiento científico. 


Algo de esto parece tener presente el Papa actual cuando trata en sus libros de deshacerse de tópicos sin fundamento como el de la mula y el buey y otras historias apócrifas que ya no aguanta ni la menos severa investigación. 


Hay, sin embargo, un hecho real. Creyentes o no, todas las naciones celebran la Navidad sea cual sea la interpretación que se quiera darle, bien como celebración del solsticio de invierno, bien como mensaje encarnado del Hijo de Dios en la tierra. 




Claro que este ciclo navideño plantea muchas contradicciones a lo largo del tiempo. Bajo el esplendor de las calles iluminadas, la alegría por el nacimiento no se traduce nunca en una paz estable entre los hombres. Y no resulta menos acongojante ver convertido el mundo en una gran bazar por obra y gracia del sistema capitalista que todo lo falsea en oro, incienso y mirra. ¡Anda que si los Magos son también una trola, menudo chasco para los niños despiertos! Los padres tendrán que arreglar la historieta como Dios les dé a entender. ¡Suerte, chavales!






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