Música de Navidad

Entre lo menos malo de este ciclo amenazado por la crisis y por el fin del mundo, hemos tenido el consuelo de volver sobre músicas entrañables. Tampoco podemos pedir peras al olmo. La crisis ha llegado también a las grandes orquestas sufridoras como cualquier pequeña empresa víctima de los recortes pero, en fin, algo ha habido. Vísperas de nochebuena nos topamos en TVE con un concierto en el Teatro Español de la Zarzuela. Fue un cosa nostálgica con obras de Chueca, Valverde y otros autores del género chico. A la interpretación musical se le quiso dar un aire de corrala con intervenciones del pueblo, diálogos de balcón y disputas picantes entre los vecinos. No son pues músicas de vanguardia, ¿quién podría sospechar semejante cosa en esta España de Rajoy que parece no saber adónde va? Luego el día de Año Nuevo, todavía bajo los efectos de la Nochevieja, nos trasladaron al mundo vienés. No por repetido nos deja de impresionar ese mundo de castillos y paisajes cuidados donde brotan alegorías sobre el amor junto a la alegria de vivir. Tampoco podemos decir que sean músicas de vanguardia pero estamos en Viena y aquí precisamente nacieron la mayoría de ellas. Por estos lares provincianos muy poco más. Ha habido un tímido intento de recuperar el villancico tradicional pero nada, no abunda la alegría en la casa del pobre. Y se ha celebrado el XIV concierto-homenaje a los The Beatles. Los que ya peinamos canas nos acordamos de cómo fueron recibidos estos célebres escarabajos con sus vestidos y peinados de lo más estrafalario.  Más tarde comprobamos que eran inmensos poetas líricos con canciones como “Michelle” o “Yesterday”.