España con honra; políticos que vengan a servir al pueblo

España con honra; políticos que vengan a servir al pueblo

Pedro Mena Enciso
23:33 • 08 ene. 2013

El 19 de Septiembre de 1868 tuvo lugar una Revolución que puso fin al reinado de Isabel II. Cuando explicaba este tema en mi clase de Historia de España, los propios alumnos comentaban el manifiesto revolucionario de Cádiz: “España con honra” y  veían cierto paralelismo con la situación política y económica actual a la hora de explicar las causas de esta rebelión:


Una importante crisis económica que ponía en peligro la mera subsistencia de muchas personas, una serie de políticos corruptos que vivían de la especulación y estaban amasando grandes fortunas a costa de los ciudadanos aprovechándose del nuevo negocio de la época: el ferrocarril,  quiebras de sociedades, crisis en el sector financiero, deuda pública galopante y un gobierno que, como solución parcial, incrementaría la presión fiscal.


Todo ello acabó generando un profundo malestar general. Aquellos manifestantes del ayer exclamaban: “Queremos vivir la vida de la honra y de la libertad”. Pues bien, queridos lectores de Almería en el Tiempo, nosotros también reclamamos una regeneración moral y política desde los cimientos del sistema.




La pasada Navidad, un antiguo alumno que vive en Stuttgart, capital del Estado federado alemán Baden-Wurtemberg, me hablaba de la imagen de España en Alemania y decía que tenían la sensación de que en nuestro país había muy poca honradez y que no éramos fiables como personas. La gente conocía los continuos casos de corrupción que se estaban filtrando a diario a través de los medios de comunicación: el asunto de Díaz Ferrán (ese personaje que nos recomienda trabajar más y ganar menos para llevarse él la diferencia); el caso bastante curioso del diputado que ha dimitido del PP y la cuestión de Caja Navarra; el escándalo del PSC en Cataluña; el tema de Baleares o de Valencia o del ex ministro Blanco o las fugas de dinero público continuas, caso Pujol-Mas por ejemplo... Todo esto a costa del pueblo al que estos señores dicen representar.


Peor ya lo de Urdangarín o lo de las preferentes o el escándalo Bankia o las pensiones vitalicias blindadas por determinados dirigentes de estas entidades y otras. Como mi amigo es almeriense también le ha llamado la atención el asunto del Ayuntamiento de Zurgena o el tremendo caso de El Ejido. Porque, ¿cuántos empresarios o promotores se quejan de las dificultades que han tenido para conseguir concesiones de obra pública por las voluntades que han tenido que comprar?




Alguien dijo que determinados Ayuntamientos han perdido la y griega para convertirse en “Auntamientos”. ¡Cuánto vividor, cuánto asesor, cuánta dieta, cuánto coche oficial, cuánta pensión privilegiada para los diputados que por lo visto no necesitan cotizar los mismos años que los demás ciudadanos!... 


Por cierto, una de mis alumnas más interesadas por la historia me preguntaba: ¿Por qué el Estado tiene que sostener a los Partidos, a las Organizaciones Empresariales y a los Sindicatos? Y, en fin, ¿cómo responden nuestros políticos ante esta situación? Pues sirviendo a sus propios intereses partidistas: Es verdad que el PP no ha cumplido ninguna promesa de su programa electoral (desde luego si lo hubiera hecho el país estaría todavía peor) ¡ay¡ amigo Maquiavelo.




También es cierto que el gobierno anterior dejó una herencia envenenada; el gobierno actual no tiene más solución que practicar a tope la austeridad pero se olvida de tender la mano a la oposición y de buscar políticas de crecimiento porque así no podemos continuar; la oposición practica permanentemente la demagogia porque critica pero no propone alternativa alguna creíble y que no suponga la quiebra del país.


Por otra parte, el PSOE tiene que volver a sus orígenes sin ambigüedades, renovando y regenerando profundamente el partido y, junto al P.P y otras fuerzas políticas si se quieren sumar, firmar un gran Pacto de Estado pensando más en el tú que en el yo porque es urgentísimo que los responsables públicos recuperen la dignidad y la ética perdida.


En este sentido, yo también me subo al carro de “España con honra” porque hay que limpiar el patio urgentemente y edificar un nuevo modelo de vida basado en una intachable moral.



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