Estamos gobernados por orates

El gran escritor, cuyo nombre  omito, dijo: “Cuando murió son Quijote, con él  murió el  último loco que había en España” Es posible que  muchos de mis lectores no sepan que locos y orates, son una misma cosa. Cuando nombro a estos seres, siento una punzada en mí cansado corazón. Hay un personaje abyecto, llamado Guindos, que ignora el placer de los placeres y él lo experimenta cuando dice con voz de ultratumba ”hay que subir el IVA”

Los puyazos que estamos sufriendo en horma de recortes un día si y otro no me recuerdan algo que no gustaba a mi amigo Gerardo  Diego. Hará unos veinte o tal  más, refiriéndose a los toros dijo  que  si estos pudieran hablar  dirian: “Matadme de una vez y  os  perdono”

Purificación Arqueros siempre cumple con el juramento hipocrático y sigue aquello de: “lo primero, no hacer daño”

De la situación actual no tengo lo menor culpa.

Yo también me he hecho eco del papa   Francisco; primero por su sencillez; apenas se hizo cargo de su Pontificado  apeó  los  tratamientos arcaicos. En mi modesta Opinión,  hace un  par de años, di un  “trastazo” con un artículo sobre el tema. El título era algo parecido a “Estoy harto de los títulos  arcaicos” y  enseguida obtuve  un buen resultado. Ah, los obispos, no todos. se ocupan bastante de los temas crematísticos.

El pasado  día 17 de los corrientes recibí una llamada telefónica de Ángel Cazorla, en la que exaltaba mi labor periodistica. Un señor y una señora, con la mejor de las intenciones, le mandaron algunos artículos recientes de este criatura que muchas veces piensa con el corazón. Intenté ponerme en contacto -la verdad  por delante-  con el varón y no obtuve contestación.  

 Al poco llamó Karmen Romero y escuché:    Donde el poeta da su opinión sincera observando a través de un limpio prisma, piensa  que primavera eres tú”. Carmen Alcalde luce su señorío  con: “Cada vez que me miras, niña del alma, siento que se iluminan mis esperanzas”

Pilar Pérez, hace muchos años que nos conocemos; he aquí un fragmento  de tus hermosas poesías: ”Allá debajo el camino entre que viene y que pasa va arrieros sedientos de vino, más que de agua”

 Llamó  Sebastián  Alias con  su empuje  de hombre honesto. Más tarde lo hizo Diego Lopez  y  recordamos viejos tiempos.