Rajoy, el disco está rayado

Rajoy, el disco está rayado

José María Pérez Tudela
22:26 • 19 may. 2013

Por  una vez su idea de una Europa Unida me parece de perlas, aunque su consecución va a ser muy dificultosa o imposible.  Hay una serie de intereses contrapuestos de todo tipo que hace que un proyecto por muchos deseado cueste grandes esfuerzos llevarlo a cabo. Y el tiempo apremia.  


    Hace mucho tiempo que sigo todo lo que concierne al mundo, y de manera especial, a España. No suelo ser tan comedido -“La verdad te hace libre”-, tuteo al PAPA y sin embargo a usted podría, pero no me da la gana; eso indica falta de confianza -que usted se ha ganado a pulso incumpliendo todas sus promesas electorales -¿o eran electoralistas? Aquella comódisima mayoría absoluta se está viniendo abajo de manera estrepitosa y muy cruel. 


Don Mariano, usted es un Dictador camuflado  tras la Troika  y no ceja en su empeño de destruir las conquistas sociales para favorecer a unos cuantos, aunque el  proletariado y  los intelectuales se lo están pidiendo de forma no violenta pese a los calificativos que la Sra. Cospedal dedica a la acción social solidaria.   Alguien tiene que paliar tanto desastre: niños que  solo comen una vez al día, en el colegio;  hombres en la flor de la vida que optan por el suicidio; viejos que mueren mirando al cielo, tal vez buscando un refugio  junto AL SUMO HACEDOR. La maldad es una vertiente de la inteligencia, pero aquí  tenemos un  caso extraño en el lenguaje petulante y gozoso del  Ministro de Hacienda cuando anuncia las subidas del IVA. Rajoy y sus adláteres superan en mucho a Molière. A las dos damas más importantes me hubiera gustado tenerlas en mi partido.




Tengo una amiga liberal que yo no deseo nombrar -seguro que me regaña- a la que por su sabiduría me gusta comparar con la Diosa Minerva.


 Mi esposa llega sigilosamente besa mi frente,  me aprueba con nota alta y me recuerda que, en esta tierra caliente y hermosa de Almería, nacieron sus dos hijos y el mismo número de nietos, razón suprema de la vida. Con los sentimientos no se juega y pido perdon.




Termino imitando un poquito a Bernardo López: ”Al mundo le falta tierra para enterrar tantas tumbas”.





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