¿Te acuerdas?

Te acuerdas de aquellos días inocentes y despreocupados, últimos estertores del franquismo, cuando aún creíamos en la justicia y en la libertad y cuando teníamos la impresión de que las secuelas de la guerra civil se acabarían  para siempre? ¿Te acuerdas con qué ilusión y con qué esperanza íbamos a la universidad para prepararnos para un puesto digno sin que mediara el enchufismo ni el lanar clientelismo político?  Qué bonitas estaban entonces nuestras calles. Se podía hablar con todo el mundo sin guiñar el ojo ni mirar para el otro lado. Era el viento de la libertad en las alamedas. Desde luego nadie pensó entonces que volvería el espionaje telefónico por la persecución de las ideas. Menos aún sospechamos que iríamos a fregar platos por no poder ejercer nuestra carrera con  tanto trabajo conseguida. ¿Te acuerdas cuando el PP, siempre legalista e impecable, cargaba todas las tintas sobre corrupción sobre la canalla marxista de la izquierda, sin que  ellos se acordaran de sus sobresueldos, donaciones y  “gurteanos” regalos de boda? Oh Marca España. 

En aquellos años todavía estábamos orgullosos de nuestra cultura. Admirábamos a nuestros poetas y a nuestros escritores, seguíamos los triunfos internacionales de músicos, danzantes, investigadores, hombres de teatro, Pero desde que comenzaron los recortes y subieron el IVA, España solo suena un poco en fútbol, y tampoco es oro todo lo que reluce. ¿Te acuerdas cuando nos dijeron reiteradamente que nos apuntáramos  a un partido  como primer paso para poder ascender a los aparatos de poder?  Dado el bipartidismo que nos gobierna durante años, es casi imposible que tengas algún reconocimiento alguna vez,  ya sea un tercer premio en un concurso o ya sea una cena de antiguos compañeros  de  mili. A veces es bueno recordar para darse cuenta del abismo en que estamos.