El ayuntamiento se ahorra cuatro millones en la limpieza de Almería

No podemos criticar el ahorro de cuatro millones de euros que nos anuncia el edil Manolo Guzmán por la limpieza y recogida de residuos de la capital. Si la nueva empresa que se haga cargo nos va a dar más servicios y nos va costar menos, habrá que pensar que el anterior responsable que sacó la adjudicación fue un imbécil de tomo y lomo. O lo que es peor, ¿se aprovechó para llenarse los bolsillos de los papeles de colores que los almerienses tiramos? No se entiende que con un ahorro de cuatro millones nos ofrezcan más. Aquí, querido Manolo, algo huele raro.

Ya sabemos oficialmente que se va a dividir la empresa. Dice el señor Guzmán que lo venía demandado el ayuntamiento. En unos años les contaremos lo que va a suponer para los trabajadores. De entrada tendrán dos convenios a la vuelta de unos meses, con la pérdida de derechos para los de la limpieza. ¿Y los sindicatos? ¡Ay, los sindicatos! Firmando convenios extra estatutarios. No todos, es cierto, Ugt y Csif lo han llevado a los tribunales, pero ahí anda el ayuntamiento intentando su retirada. Lo de Comisiones no tiene nombre. Aclaremos. En la dirección de los “cocos” poco han podido hacer, me cuentan, la jugada le salió perfecta al ayuntamiento al contactar con un sindicalista que hasta jubilado le ganó el partido para el equipo de gobierno. ¿A cambio de algo?  Algún día nos enteraremos.

No nos cuente milongas don Manuel. Cada vez que se saca la adjudicación del servicio se cambian contenedores, se compra material nuevo, se remoza el parque de vehículos. Lo único nuevo que le hemos leído es lo del baldeo. Bien. Y encima nos ahorramos cuatro millones. Miel sobre hojuelas.

No estaría de más que don Esteban Rodríguez, edil responsable de la última adjudicación, nos contara cómo es posible que con menos dinero se le exijan más y mejores ofertas a las empresas adjudicatarias. ¿Algún servicio ofreció la actual empresa que no se puede contar a los ciudadanos? No es que pensemos mal, es que sabemos que con ustedes todo puede ocurrir. Y cuatro millones de euros de ahorro son muchos millones si lo traducimos a la vieja peseta. Y no me vengan con aquello de que las empresas se están apretando el cinturón. Si a alguien se lo aprietan es a los trabajadores.