Cuando te cambian a tu médico de siempre

Qué bonito ha quedado el nuevo Centro de Salud de Nueva Almería. El césped cortado, la señalización perfecta, el mobiliario nuevo, limpieza impecable,  todo el personal para trabajar y por supuesto, los pacientes asignados.

 Estoy contenta, me han asignado un nuevo médico y tendré la oportunidad de volver a contar mi vida personal  y privada, ganarme otra vez su confianza, sentirme segura, ser abierta, conseguir su receptividad, que me preste atención como persona, que conozca mi nombre, que solo con verme sepa más de lo que puedo decirle,… todos esos pequeños detalles  que me hacían sentir cómoda tras varios años de relación médico–paciente y, por supuesto, que este nuevo profesional considere conveniente el tratamiento que mi anterior médico me había prescrito y que tan bien me estaba funcionando. Si ya sé que cada médico tiene su librillo pero cada paciente tiene su libreta, y las relaciones médico-paciente efectivas no son fáciles de construir.

Me voy adelantar a aquellos políticos que están pensando que les estoy poniendo fácil la respuesta: “la gente no está contenta con nada, se les hace un nuevo  Centro de Salud y se quejan...” Antes de decir algo tan demagógico, les daré un humilde consejo: el día que consideren a sus votantes personas con sentimientos además de DNI, no solo estaremos más contentos sino que serán más eficientes en su gestión, si eficiencia es hacer bien su trabajo durante todos los años de su mandato. 

 También podrían pensar: “No se enteran que hay libre elección de médico…”; esto deberían pensarlo dentro de tres meses cuando después de tener que acatar su reparto, pueda volver otra vez a mi médico.  No me malinterprete, agradezco sinceramente la construcción de un nuevo Centro de Salud.  Es preferible gastar nuestro dinero en servicios para la sociedad antes que en comisiones para unos pocos,  pero no olviden que habrá personas que posiblemente prefiramos tener la opción de seguir con nuestro médico. ¿Qué hará Vd?