Almería quiere saber cuánto gasta la Junta

Cuando Susana Díaz se dirigió por primera vez a los andaluces como presidenta designada de la Junta, habló ampliamente de un “tiempo nuevo” en la política andaluza dominado por la transparencia y por la claridad, intentando diferenciarse de sus predecesores en el cargo, que tuvieron que salir precipitadamente de escena acosados por la evidencia y la gravedad de los desmanes y delitos cometidos por sus colaboradores más cercanos, con los que tanto trabajó doña Susana. 

Opacidad Apenas han bastado unas semanas para poner de manifiesto que el presunto tiempo nuevo en la Junta no es más que lo de siempre: oscurantismo, opacidad, ocultación y propaganda. Mucha propaganda. Y así vemos que al mismo tiempo que la Consejería de Educación prohíbe a los padres andaluces conocer qué colegios andaluces tienen mejores resultados académicos, de nuevo se insulta a la inteligencia de los contribuyentes andaluces presentando unos presupuestos sin provincializar, impidiendo de este modo que los andaluces sepamos cuál es el destino final del dinero que pagamos a través de nuestros impuestos. ¿Dónde está la transparencia, doña Susana? ¿Era éste su tiempo nuevo? Pues resulta sospechosamente parecido al rodillo parlamentario que ya conocemos. 

Recurso del PP Por ello, el Partido Popular Andaluz va a presentar un recurso de amparo al Tribunal Constitucional, ya que no queda otra vía para que los andaluces tengamos unos presupuestos provincializados y transparentes y podamos saber exactamente dónde va el dinero público que gasta la Junta de Andalucía. Los almerienses tenemos derecho a saber cuánto dinero destina la Junta para Almería, qué partidas están previstas y qué plazos de inversión se contemplan. 

Transparencia Eso es transparencia. Lo demás brindis al sol. Hay que recordar a doña Susana, que sigue huyendo de la realidad andaluza jugando a ser una estadista del mundo mundial, que este nuevo desprecio a la transparencia de la que presume no es más que un atropello a la Ley de Hacienda Pública de Andalucía, que recoge que el Presupuesto tiene que estar provincializado. Por lo tanto, los presupuestos que acaba de presentar la Junta de Andalucía no sólo son deliberadamente confusos y claramente insuficientes, sino que además incumplen con la legalidad. Y finalmente, no puedo pasar por alto el espectacular giro de los cargos de Izquierda Unida, que antes de pisar la moqueta oficial exigían presupuestos provincializados para Almería y ahora, instalados en el Gobierno de la Junta, demuestran lo que son con su sumiso y atronador silencio.