Como cada año la sierra de los Filabres llama a los a los amantes de los animales y de la montaña cuando llega el otoño y los ciervos se dedican a la berrea. El espectáculo, me cuenta un familiar, es digno de presenciarse. Lo prometo cada año, pero siempre surge el inconveniente de última hora que no me permite su cumplimiento. Este año tampoco ha podido ser. Pero los viajeros a la sierra no sólo hablan de la berrea, te cuentan otras historias que llenan de perplejidad al oyente. Una de ellas es la inmensa suciedad que han encontrado entre los pinos. Según los vecinos, debido a autocares llenos de inmigrantes que se desplazandesde otras comunidades a la recogida de la seta.
Níscalos desperdigados y rotos por el entorno, restos de suciedad de estas personas que esquilman la sierra sin ningún miramiento, cajas vacías de plástico. Todo un poema en medio de ese berreo que llama al fogoso amor de los ciervos. Lo sorprendente es la impunidad de estas personas, estos autocares, estas empresas que venidas de tierras extrañas, según los vecinos, dejan sobre nuestro paisaje sus miserias y se llevan la cosecha de la sierra. ¿Quién protege la sierra? ¿Nadie se ha percatado en estos años de la depredación que han sufrido los Filabres? ¿Tiene algo que ver con la detención de algún forestal con más de mil kilos del famoso robellón? ¿Es cierto lo contado sobre la historia de este forestal? Nos merecemos una explicación que nos saque de nuestras dudas. La sierra es tan nuestra como de los forestales o el Seprona. Que se expliquen y cuanto antes.
¿Y de los autocares llenos de familias que llegan del norte a recoger setas en los Filabres que me dicen, quénos pueden alegar? Algo nos tendrían que contar. ¿Son quizás invisibles los autocares para los que vigilan la sierra? La suciedad que dejan los trabajadores a su paso de invisible no tiene nada. No huele bien lo que viene ocurriendo. ¿Hay algún negocio montado entre la empresa que manda autocares y trabajadores y alguien en las cercanías del poder de la sierra de los Filabres? ¿Pensamos mal? No, es que no le vemos explicación alguna a que puedan venir autocares llenos de trabajadores con total impunidad a recoger setas y no lo sepa nadie.
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