En la página web de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía se pueden leer frases como ésta: “Una de las misiones esenciales de esta Consejería es contribuir a mejorar la oferta turística andaluza y lograr que el destino Andalucía siga siendo uno de los destinos más relevantes y competitivos a nivel nacional e internacional.” Impecable declaración de intenciones. Síganme ahora, por favor. Creo que todos coincidirán en que el principal elemento de atracción turística de Almería capital es su Alcazaba o, como dice la Junta en su web, “el conjunto monumental de la Alcazaba”. Pues bien, si el objetivo de la Junta de cara al turismo en Almería es lograr que sea un destino relevante y competitivo, lo suyo sería potenciar y proyectar la oferta turística de dicho conjunto monumental. Pero estamos hablando, ay, de la Junta de Andalucía, ese monumental obrador de empanadas mentales, y una vez más comprobamos que la dura realidad no tiene nada que ver con las hermosas proclamas. Y si no, que se lo pregunten al comité de empresa de la Delegación de Cultura en Almería, formado por trabajadores afiliados a los sindicatos CC.OO, USTEA y CSIF, que han mostrado su alarma por la intención de la Junta de cerrar por las tardes este verano (a pesar de las promesas en sentido contrario) tanto “el conjunto monumental de la Alcazaba”, como el Museo Arqueológico, dependiente también del gobierno autonómico (PSOE-IU). Cerrar museos y recursos turísticos en verano no parece el mejor modo de contribuir a mejorar la oferta turística de Almería capital, del mismo modo que mantener una costosa red de oficinas, observatorios, institutos y agencias paralelas a la administración, para que así cobren amigos y compañeros del PSOE e IU, tampoco parece el mejor modo de gestionar los recursos públicos. Pero para esta Junta, lo primero es antes.
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