El fracaso escolar en dos barrios de Almería roza lo inadmisible

Juan Torrijos
19:12 • 27 ene. 2014

No sé lo que pensarán los políticos responsables de educación de la Junta sobre los datos aportados de Los Almendros y el Puche, pero es que para que se les cayera la cara de vergüenza. No por favor, no dimitan. ¿Qué sería de nosotros sin ustedes? No sé lo que piensan los sindicatos de la enseñanza, pero por el mismo camino que los políticos deberían ir. Lo evidente es que una sociedad que permite un fracaso escolar del ciento por ciento en colegios de la capital se lo debería hacer mirar.  Comparto la parte de culpa que me toque, pues quizás no hemos sido todo lo beligerantes que se merecen unos responsables políticos y sindicales que han llevado la educación en Andalucía a unos tristes niveles, y en el caso de dos barrios de la ciudad a rozar lo inadmisible con un cien y setenta de fracaso.


No sé si la ley aprobada por el Pp va a arreglar el desaguisado. No lo parece cuando ni la propia derecha educativa la apoya. Pero ante la situación de los datos que hemos conocido, parece de pura lógica que algo había que hacer. Llevamos más de 30 años haciendo leyes educativas y los informes Pisa no nos benefician, más bien al contrario. Habría que preguntar a los políticos ¿qué leyes elaboraban y a quiénes beneficiaban? Lo que no se puede permitir hoy día es que existan barrios como los almerienses mencionados donde los escolares han fracasado de una forma tan rotunda. Es de suponer que los responsables estarán buscando escusas que ofrecer al personal y que nos las contarán un día de estos. ¿Valdrán para algo? Seguro que las culpa no es de ellos, ni de los sindicatos. ¿De quién? ¡Es posible que del viento!


¿Qué futuro les estamos ofreciendo a estos jóvenes almerienses? ¿A qué queremos que se dedique mañana esta parte de nuestra juventud? Si no nos preocupan, ¿en qué estamos convirtiendo estos barrios? ¿No vamos a ser capaces de cambiar (aunque sólo sea un poco) la vida de estos chavales? ¿Los condenamos a vivir al filo de la marginalidad? El vuelo a Sevilla levanta pasiones, odios y romerías políticas. El fracaso escolar de todo un barrio (de dos) ni siquiera es mencionado por la casta política almeriense. Ellos están en otros menesteres, ellos están en las adjudicaciones de obras. Benditas adjudicaciones.







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