Forma parte del saber popular aquello que refrenda que "desde que se inventaron las excusas se acabaron los pretextos", a lo que debo añadir, que en política tanto de excusas como de pretextos ya están cansados nuestros ciudadanos.
El último capítulo que estamos soportando es en torno al Plan Andaluz de la Bicicleta. Un Plan que se olvidó del municipio con más carriles bici de la provincia. Y encima nos acusan de confrontar con la Junta cuando elevamos nuestra voz.
Si hay un Ayuntamiento que tiende la mano, ese es el de Roquetas de Mar. Sin embargo, otros, más que servidores públicos parecen demagogos que pretenden justificar la inoperancia de los miembros de su partido en el Gobierno, con mociones que confundan a una ciudadanía, cada vez más conocedora de aquellos que hablan sin actuar, aquellos que buscan la foto en una losa que se acaba de quebrar o de una bombilla que necesariamente debe fundirse para poder cambiarse.
¿Hablamos del Plan Andaluz de la Bicicleta? El Ayuntamiento ha presentado catorce alegaciones, mientras la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía no ha admitido ni una sola.
Presentó Izquierda Unida una moción a Pleno solicitando el carril bici de Playa Serena que ya había pedido el Consistorio hace años y que iba incluido en las alegaciones presentadas. Sus compañeros dicen, no.
Presenta el Ayuntamiento un carril bici que una las barriadas de Las Marinas y El Solanillo. Sus compañeros dicen, no. Se solicita un necesario estudio concienzudo con todas nuestras necesidades de movilidad. Desde Sevilla se dice, no.
¿Y con todo esto, es el Ayuntamiento de Roquetas quien busca la confrontación? Nuestra mano seguirá tendida a la colaboración y la lealtad institucional de la que carecen.
Y es que hacer público un parecer contrario al de sus compañeros en la Junta puede ser por dos motivos: o, para demostrarles quién debía ser el Delegado de Fomento en Almería, o, por intentar salvarse la cara ante quienes piden explicaciones de la nula inversión de la Consejería que Izquierda Unida gobierna.
El Plan Andaluz de la Bicicleta hubiese sido una extraordinaria oportunidad para ofrecer a la localidad que los eligió, un proyecto beneficioso y positivo; para demostrar que tienen algo de influencia en las decisiones de sus compañeros en la Administración andaluza y también para colaborar en el desarrollo y crecimiento de Roquetas de Mar.
Pero, desgraciadamente, lo que ha ocurrido es que ha vuelto a sacar lo peor de la política destructiva e insolidaria de estos paladines, siendo una vez más, otra oportunidad perdida.
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