Los filósofos de la cultura suelen decir que la historia no se repite. A situaciones semejantes que provocan reacciones ya sabidas las calificamos de simetrías. Ese joven estudiante de hoy que probablemente pertenece a un sindicato, que se manifiesta con todo el ruido que puede, que incluso se encierra en el rectorado para visualizar aún más la protesta quizá no sabe que en otro tiempo otros jóvenes lucharon a muerte por algo más que unas tasas. Se consiguieron derechos como la libertad de manifestación, el derecho de huelga, el poder de la palabra. Tan preciada herencia no se debiera delapidar. Hoy hasta el ministro Wert comienza todas sus intervenciones reconociendo estos avances sociales, pero a reglón se guido repudia los destrozos de los vándalos. Según todos los entendidos lo que moviliza a los estudiantes- aquí como en Francia, Bélgica y Chile, es la ruptura de la igualdad de oportunidades en el acceso a los estudios superiores. Un gobierno de la derecha que todavía no ha renunciado al franquismo. no olvida ciertos prejuicios de los que tanto uso hizo el dictador. A juicio de la derecha son comunistas, anarquistas, enemigos , en suma,del sistema quienes se están cargando la paz social. Hay que crear “manifestódromos” especiales para que no se mezclen las churras con las merinas si n caer en la cuenta de que existe un malestar de fondo en la sociedad española. Aranguren, azote de la dictadura, criticó el sistema educativo de entonces calificándolo de clasista: Los vencedores, sobre todo los más ricos, podían hacer sus carreras aunque éstas duraran ocho o diez años. Pagaban sus tasas y al terminar sus carreras tardaran éstas lo que tardaran eran colocados en el mismo puesto de papá porque entonces el poder se transmitía por derecho de conquista o por asimilación ideológica de grupo. Hoy estamos en un mundo distinto. Como dicen una líder, son los hijos de los trabajadores los que se quedan fuera dela universidad. La gran ilusión de la clase media baja ha sido siempre acceder a la enseñanza superior como plataforma de ascenso . La falta de becas, la subida de tasas, la exigencia de mayor rendimiento académico para aceder una ayuda entorpece la ascensión de los económicamente débiles. Y luego está la policía. Son trabajadores públicos al servicio de todos que se juegan la vida en medio de la batalla.
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