Adela Segura le está pidiendo a sus compañeros socialistas en los ayuntamientos un duro trabajo. Cuando los alcaldes y ediles socialistas hablan en privado reconocen lo complicado que resulta defender las políticas de la Junta, sin entrar en otras historias que sobre ella se ciernen. Cuando se presentan ante su electorado, el que les tiene que votar a ellos en las municipales, procuran que sus vecinos no se acuerden demasiado de las cosas de Sevilla, podrían dejar de votarles y perder las elecciones. No veo a Antonio Bonilla, alcalde de Vícar, siendo un gran embajador de la Junta, tampoco a Juan Jiménez en Benahadux o Francisco Martínez de Albanchez, por hablar de tres personas que ganan las elecciones en su pueblo por su trabajo y no por las ayudas de la Junta. Si le preguntan lo negaran, es lógico que así lo hagan, pero en el fondo, como dicen muchos compañeros suyos, es muy difícil defender la política que la Junta ha llevado a cabo en nuestra provincia y especialmente en los pueblos pequeños.
Quiere doña Adela que se centren en dos iniciativas, el Plan de empleo juvenil y el de Construcción Sostenible. ¿Cuántos millones van a dedicar a la sostenible? Por cierto, en Albanchez más vale que la Junta no hable de construcción, les vienen dando vueltas con las viviendas de los ingleses sin darles una respuesta definitiva desde hace más de una década. ¡Una década, vive dios! Dejemos a la Junta en paz y en la feria de Sevilla, no la mezclen con nosotros, que podemos perder hasta el oremus. En cuanto al Plan de Trabajo Juvenil, ¿les han contado a cuantos jóvenes va a afectar en Benahadux, en Albanchez, en Vícar? Serán embajadores de la Junta con la boca chica, por aquello de que se lo pide el partido al que pertenecen y no se pueden negar, pero no porque sientan como suya a la sevillana y estén de acuerdo y admirados por la gestión que sus compañeros vienen desarrollando en la misma con respecto a Almería y a sus municipios. Pero ya se sabe, estamos en campaña electoral a las europeas, el socialismo se juega a su actual líder y hay que levantar los ánimos, subir las esperanzas y soñar con una victoria en nuestra provincia. Algunos no ven el argumento de la Junta como bandera a jugar contra el gobierno central. Si el de Rajoy es malo, la de Susana donde pisa no vuelve a crecer la hierba.
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