Resulta asombroso observar que, en la citada zona de La Fabriquilla de Cabo de Gata, existe un total abandono que roza ya la desvergüenza por parte de los responsables públicos en su conjunto. En la barriada se puede hacer lo que venga en gana con permiso o sin permiso, sea en terreno protegido o no: así, vemos cómo queda bloqueada la playa y las calles de la zona en días de máxima afluencia de bañistas; cómo se pierde la vista del mar por la multitud de vehículos, caravanas y auto-caravanas que además, como aquí no existen ni aparcamientos ni servicios públicos, pues ya me dirán cómo queda la barriada y los descampados y los lugares de naturaleza plena. Si uno se da una vuelta, observa cómo está destrozada la zona deportiva Juan Rojas (que fue inaugurada, poco antes de su muerte, por el insigne futbolista almeriense) y es un riesgo pasear desde La Fabriquilla a Las Salinas por la carretera ya que el arcén está invadido por autocaravanas y no existen ni carril bici ni sendero peatonal.
El Servicio Provincial de Costas lleva décadas prometiendo regenerar la playa y hacer un pequeño paseo marítimo. Intentamos sentarnos en los bancos de las plazas y caemos o nos hacemos daño con algún clavo pues están destrozados y no digamos los pivotes semicaídos u oxidados con la invasión también de vehículos en las plazas. Alcantarillas de luz y agua en mal estado, las porterías de fútbol, canastas y vallado deportivo ya no existen y, en los extremos, se puede ver acumulación de basura. El canal que conduce el agua a las Salinas también es objeto de volcado de desperdicios. ¡Esto es propio de un Parque Natural! Lo único que se pide es un poco de interés y mantenimiento.
Hasta las señales de tráfico están oxidadas y los pasos de cebra borrados. Lo inaudito es que por aquí pasan a diario, en el verano y temporada alta, responsables de Costas (sabiendo cómo está la bajada a la playa donde un minusválido o cualquier anciano no pueden disfrutar de los derechos como ciudadano), los responsables de Medio Ambiente, la policía local, autonómica y guardia civil entre otras fuerzas vivas...Lo inaudito es que este pequeño enclave natural de La Fabriquilla está masificado por la belleza de su playa y necesita que se actúe con un mínimo de sentido común por no decir de ética y altura de miras llámenlo como quieran porque siempre es la misma canción. ¡ah! Además La Fabriquilla pertenece a dos Ayuntamientos: Almería y Níjar.
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