Transformando la capital

Había pensado utilizar para este artículo la manida frase de “comienza el nuevo curso político”, pero lo cierto es que el Ayuntamiento de Almería no ha parado de trabajar ni un solo día durante todo el verano (ni durante todo el año). De modo que le cedo la expresión a los representantes de administraciones más perezosas, como la Junta de Andalucía, que sí han estado de vacaciones, pero no dos meses, sino más de treinta años, por lo menos en lo que respecta a Almería.

Los almerienses sabemos que el Ayuntamiento es la única administración que tira del carro y somos conscientes de que no va a fallar. Aquí no utilizamos excusas del tipo “la situación económica actual no lo permite”, para justificar que las obras anunciadas o las primeras piedras hayan quedado en nada, como el Materno Infantil o la Casa del Mar, entre otras. En el Ayuntamiento somos responsables con el dinero de los contribuyentes y si nos comprometemos a una actuación, la hacemos.

Y mientras la Junta tiene colgado su cartel de “vacaciones permanentes, no molestar”, desde el Ayuntamiento continuamos transformando la ciudad sin su ayuda y a pesar de sus zancadillas. En pocas semanas se inaugurará el  Parque de las Familias, el mayor espacio de ocio de Andalucía, con unas zonas de juegos espectaculares. Con la recuperación del Mesón Gitano y la apertura de un nuevo acceso a La Alcazaba, nuestro Casco Histórico sufrirá un cambio radical, al igual que el centro con las obras del Parque de La Estación y el acceso por Pescadería. 

Barrio Alto, calle Gerona, el Quemadero, las inminentes actuaciones en Loma Cabrera y obras en Venta Gaspar, la segunda fase de la Plaza de Toros, calle Maestría en el barrio de Los Ángeles, la remodelación del Hospital Virgen del Mar o la adaptación de la casa González Montoya como Museo Doña Pakyta…, todo ello forma parte de hoja de ruta del Ayuntamiento. ¿Alguien puede decirme qué hace mientras la Junta de Andalucía y el PSOE? Ah, siguen de vacaciones. No molestar.