Algunas propuestas para Rajoy

Permítame que comience mi reflexión semanal con dos preguntas que imagino le han rondado en la cabeza a la mayoría de los almerienses durante estos días: ¿Conocía o no conocía el presidente del Gobierno los datos del paro de la última Encuesta de Población Activa cuando visitó Almería la pasada semana? ¿Cómo es posible que Mariano Rajoy hablara de recuperación económica de esa manera en una provincia, como la nuestra, que está atravesando por unas tremendas dificultades? 

La explicación que contemplo es que, o bien los dirigentes provinciales del PP le dibujaron a Rajoy una situación idílica en Almería o, a pesar de conocer la realidad, el presidente hizo un vergonzoso ejercicio de demagogia. Cualquiera de las dos opciones, en todo caso, resulta inadmisible.

Las cifras de desempleo relativas al último trimestre en Almería refrendan punto por punto lo que venimos señalando desde el Partido Socialista: que desde que gobierna el Partido Popular el paro ha ido aumentando en nuestra provincia de manera sistemática mes tras mes. 

Los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística sitúan el desempleo en Almería en una tasa del 37,53 por ciento, casi dos puntos por encima de las cifras que se registraron en el segundo trimestre de este año. De esta forma, hemos alcanzado la terrible cifra de 130.600 personas en paro. O lo que es lo mismo, 40 de cada 100 almerienses, que están en condiciones de trabajar, están desempleados. 

La encuesta de la EPA nos dice, además, más cosas. Por ejemplo, que la tasa de actividad se ha vuelto a reducir en nuestra provincia en 1,1 puntos o que el número de personas ocupadas se cifra en 217.400. Esto significa, si comparamos estos datos con los que Rajoy se encontró al llegar al Gobierno, que se han perdido 23.800 puestos de trabajo.

La realidad de lo que subyace en todo esto es que la situación económica de nuestra provincia se ha ido deteriorando con el paso del tiempo de manera notable. El paro, como hemos dicho en otras ocasiones, ha aumentado especialmente en el sector servicios aunque el desempleo alcanza prácticamente a todas las profesiones.

En ese escenario, es muy descorazonador que los ciudadanos comprueben como el mismísimo presidente del Gobierno les intentó engañar. Hay que ser políticamente muy retorcido para plantarse en Almería y lejos de ofrecer soluciones a los problemas que tienen los almerienses en su día a día – el primero, no encontrar trabajo – realizar el discurso de la victoria de la crisis sobre el escenario de miseria al que se enfrentan miles de familias. ¿Estuvo o no estuvo Rajoy en Almería? Déjenme que lo dude.