Andalucía se descuelga de la recuperación

Hemos conocido recientemente los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que indican, una vez más, que las cifras del desempleo han mejorado en España, con una disminución del número de parados en 195.200 personas. Por lo tanto, se confirma que nuestro país está creando empleo y vuelve a convertirse en uno de los motores económicos de Europa.

Pero esto no sucede por generación espontánea. Esta nueva situación de crecimiento se debe básicamente a dos factores determinantes: en primer lugar, a las reformas valientes del Gobierno de Rajoy, que están dando ya sus frutos, y, en segundo lugar, a la paciencia y esfuerzo de todos y cada uno de los trabajadores, que han confiado en estas reformas, frente a la pasividad en la que se había acomodado el anterior gobierno socialista de Zapatero. Sin embargo, no todo son buenas noticias. Lamentablemente, Andalucía nada contracorriente y nuestra comunidad se está quedando descolgada de la recuperación. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: porque hay una parálisis total del gobierno del PSOE-IU, cero iniciativa política y ningún atisbo de reforma laboral o económica. Es decir, la Junta sigue esperando a que la situación se resuelva por si sola sin hacer nada y mientras que en España se crean oportunidades para casi 200.000 personas, en Andalucía 19.000 han perdido esa oportunidad de empleo. Susana Díaz lleva más de un año ofreciendo titulares y haciéndose fotos, pero eso sólo ha servido para su promoción y autobombo. Mientras tanto, los andaluces estamos doce puntos por encima en las cifras de paro en comparación con España. Lo que queremos los andaluces son políticos con iniciativas que ayuden a crear empleo. ¿Por qué la Junta se empeña en buscar la confrontación con el Gobierno de la Nación en lugar de reconocer que las reformas realizadas dan resultados y pueden adaptarse a Andalucía? Señora Díaz, en política no puede estar ‘guerreando’ todos los días, al contrario, lo que nos piden los ciudadanos es acuerdo.

Todavía recuerdo que la presidenta del gobierno andaluz llegó prometiendo un “nuevo tiempo” y de momento lo único que tenemos es más de lo mismo. Ya va siendo hora de que la Junta se ponga las pilas y establezca una agenda reformista. Andalucía, señora Díaz, no puede esperar más.