Según un estudio comparativo de la compañía del sector verde Paimed, el seguro de responsabilidad civil para cubrir daños que se pudieran ocasionar en la vivienda de los clientes o vecinos, es la garantía que más decanta la contratación de servicios de jardinería profesional frente a servicios irregulares.
En este sentido, accidentes como caídas de ramas, lanzamiento de piedras por desbroce o inundaciones por mala instalación del sistema de riego serían sufragados por este seguro, mientras que en los casos de contratación irregular es el cliente quien debe correr con toda esta serie de gastos.
El estudio, que se ha realizado entre los más de 160 clientes de esta compañía, destaca además, como segundo punto más importante a la hora de contratar servicios de jardinería profesional, el hecho de que ante trabajos mal realizados, el cliente puede efectuar una reclamación. Sin embargo, esto no sucede en caso contrario al no poseer factura ni documentación contractual como aval.
Como tercer argumento, los clientes señalan que el precio de los trabajos de jardinería no regularizados, que en un principio parecen más asequibles, en muchas ocasiones han comprobado que es al contrario.
Así, los jardineros irregulares generalmente no cuentan con los últimos medios auxiliares del sector –maquinaria o herramientas-. Y el hecho de realizar un trabajo más económico se transforma en una mayor dedicación en horas por el escaso rendimiento de sus recursos y maquinaria durante la jornada.
Responsabilidad frente a accidentes
Otro de los puntos más destacados incide en el hecho de que, ante un accidente laboral de un operario en situación irregular, el cliente no solo costearía los daños sufridos por el operario (como tratamientos médicos) si no que el propietario del jardín se enfrentará a una denuncia por contratación irregular.
Además, el Director de Servicios de Paimed, Francisco Pérez explica como “cuando abres el jardín de tu casa a una contratación ilegal estás abriendo la puerta de tu casa a una persona extraña y un desconocido sin ningún crédito que avale su profesionalidad, sin garantía de seriedad, ni siquiera seguridad personal, y no es la primera ocasión en la que se produce algún suceso no deseable porque cuentan con las llaves de las viviendas”.
En este sentido, destaca, además “existen toda una serie de leyes que cualquier jardinero profesional en situación legal debe cumplir como legislación de seguridad y salud, carnet de aplicador de plaguicidas, alta en la seguridad social o vehículos regularizados con ITV y seguros, que en los casos irregulares se desconoce si se cumplen o no”.
Paimed
Paimed es una compañía que pasó a formar parte del Grupo Projar en 2012, especializada en servicios de jardinería y bioingeniería. Grupo Projar nació en 1972 para dedicarse a la extracción y comercialización de turba, material orgánico que se emplea como combustible y para la obtención de sustratos. El crecimiento de la compañía ha sido constante y en los años 80 abrió dos centros logísticos en Almería y Murcia. Actualmente cuenta con instalaciones en Valencia, Madrid, Almería –fábrica y centro logístico-, Málaga y Lisboa. Y otros puntos logísticos como Barcelona y Pontevedra.
Es también una empresa con presencia internacional y actualmente está constituida como sociedad en Sri Lanka, en India y en Brasil. Además, para completar su oferta de servicios acaba de firmar un acuerdo con una empresa especializada en el tratamiento y acondicionamiento de agua. El conjunto del grupo logró en 2016 una facturación superior a 26 millones de euros y cuenta con 230 empleados.
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