Descenso de la producción de las hortalizas por el frío

La borrasca Filomena está dando problemas en el sector hortofrutícola, básicamente los provocados por las heladas y temperaturas extremadamente bajas. Según la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería, Coexphal, con las condiciones actuales los cultivos no ofrecen los rendimientos previstos. El temporal está siendo de los más duros que se recuerdan durante décadas y la situación amenaza con mantenerse incluso durante la próxima semana. 

La producción ha caído de manera muy considerable, afectando a todas las referencias: tomate, pepino, calabacín, berenjena o pimiento. Lo único que no se desploma son las pizarras de precios, pero las altas cotizaciones son fruto de la escasez de producto.

En la situación actual “no hay capacidad para abastecer toda la demanda que existe, ni siquiera para atender la mayor parte de los acuerdos comerciales que ya tenían cerrados las empresas de comercialización”, indican en Coexphal, que indica que el intenso frío mantiene paralizado el crecimiento de las plantas y de sus frutos y a la vez amenaza con provocar daños que podrían ser irreparables para esta campaña.

Escaso género

En campo, los agricultores no tienen kilos suficientes para recolectar, y en los almacenes de confección no entra bastante producto como para dar salida a todos los pedidos. El resultado es “las cuentas no salen”, porque a pesar de los buenos precios del momento, el volumen no alcanza a dar rentabilidad al sector.

De acuerdo con el análisis efectuado por el profesor del departamento de economía y empresa de la UAL, Juan Carlos Pérez Mesa “en términos porcentuales los productos que muestran un mayor incremento son: berenjena, calabacín y pepino. Estos productos prácticamente han doblado su precio en una semana. El precio del tomate crece casi un 60%. El pimiento es el producto con menor aumento (un 17%)”.

Todo apunta a que esta situación complicada se pueda alargar en el tiempo, ya que las malas previsiones meteorológicas se mantienen y una vez superadas los cultivos necesitarán un tiempo prudencial para volver a regular sus producciones. “Llueve sobre mojado, nunca mejor dicho”.