Durante un cuarto de siglo, Santiago García-Clairac (Mont-de-Marsan, Francia, 1944) fue creativo publicitario. Y cuando cumplió 50 años debutó en la literatura infantil con ‘Maxi, el aventurero’, de la colección ‘El Barco de Vapor’ de SM. Una treintena de títulos después presenta su nueva serie, dirigida a lectores de “entre 9 y 11 años”: ‘Lilí, la justiciera enmascarada’ (Edebé), una (en principio) trilogía con la que homenajea al wéstern y a los paisajes almerienses que tanto cine del Oeste han albergado.
¿Cómo nace Lilí?
Es una niña de Almería que vive cerca de un poblado del Oeste. Me llamaba mucho la atención dar vida a estos espacios, donde se han rodado y se ruedan tantas películas.
Una niña que vive en un rancho y cuyo padre trabaja en el cine.
Sí, alquila caballos a las productoras. Ella tiene el suyo propio y está casi convencida de que vive en el Oeste.
En su mundo, el de verdad, sufre acoso escolar de tres compañeros del colegio.
Ella está en sexto de Primaria y sus conflictos de la vida real se parecen mucho a los de la imaginada. Y acaba creándose la idea de que para solucionar sus problemas de verdad tiene que solucionarlos en su mundo del Oeste.
Es una pequeña heroína.
Quería escribir sobre una niña justiciera que, sobre todo, se hace justicia a sí misma. Así que Almería como un poblado del Oeste y por otro lado como Texas. el de verdad, era genial. Lilí vive una aventura en la vida real y piensa, o sueña, con otra.
Y lo hace enmascarada.
Una de las cosas que me indujo a escribir esta historia es que los justicieros enmascarados del Oeste son todos masculinos: El Llanero Solitario, El Zorro, El Coyote. Parecía algo privativo de los hombres, así que no me he privado de tener a una chica enmascarada.
¿Los siguientes títulos también abordarán problemas que pueden sufrir los niños de estas edades?
Sí, todos hacen referencia a títulos míticos, clásicos del Oeste y del ‘spaghetti western’. Este primero, ‘Sola ante el peligro’, va de una chica que está sola ante sus acosadores, algo que tiene que solucionar ella. El siguiente será ‘Las siete magníficas’ [para después del verano], acerca de la amistad necesaria entre personas que tienen problemas, en este caso siete chicas. Y el último, ‘La buena, la fea y la mala’, hablará de cosas que vemos en la televisión a diario, de cómo alguien que es víctima encima sufre el abuso de los demás.
Es un apasionado del wéstern. ¿Cuál es su favorito?
Hay una serie de películas que no puedo evitar que me gusten, y lo digo con satisfacción: es la trilogía de Sergio Leone. 60 años después son de una modernidad narrativa tremenda, cuentan la historia de una manera absolutamente nítida que cualquier espectador comprende, sin hacerse demasiadas cábalas. Y luego ‘Los siete magníficos’, posiblemente la primera película que vi de chaval. Son historias tan sencillas que no las puedes olvidar. Como los cuentos tradicionales.
Los niños siguen jugando a ser indios y vaqueros, aunque en el cine echan hay ya películas del Oeste.
Sí, pero lo conocen por la televisión, por las plataformas. Y si escuchan la música de una película de Leone la reconocen, les suena a Oeste, saben de qué va.
¿Y eso de que los niños cada vez leen menos?
Leen más que nunca. Es verdad que juegan con la Play, con el móvil, tienen extraescolares, están sobrecargados. Pero dedican tiempo a la lectura y leen mucho. Y los colegios se ocupan de que lean. Y no lo digo yo, ahí están los datos de ventas que lo demuestran.
Quizás lo difícil es encontrar ‘el’ libro.
Claro. Lo bueno es que ahora cualquier niño que entre en una librería o en una biblioteca puede elegir porque hay de todo. Quieren leer, pero no solo para entretenerse, sino para encontrar historias que tengan que ver con ellos. Eso es lo que realmente buscan.
Como publicista rodó algún anuncio en Almería. ¿Cree que es un lugar aún por descubrir?
Sí, recuerdo un spot de Peugeot en Almerimar. Estuvimos localizando y nos decantamos por este lugar, aunque toda la zona es fantástica. Las películas del Oeste se basan casi todas en una buena escenificación del paisaje y en Almería es brutal lo que hay, de una belleza increíble. Yo sigo enamorado del paisaje almeriense.