Las políticas europeas del transporte pueden convertirse en grandes aliadas para el despegue definitivo del puerto de Almería en los grandes tránsitos del transporte de mercancías. Goza de esa consideración al ser uno de los territorios mejor situados para el aprovechamientos del gas natural.
La construcción del gasoducto entre Argelia y Almería, ya plenamente operativo, otorga esa ventaja competitiva a la dársena almeriense, según ha señalado el responsable de las redes transeuropeas del transporte, Carlo De Grandis, que sostiene que España en general, y Almería en particular “tienen una muy buena posición para el cambio hacia combustibles más limpios que los actuales”.
Huella de carbono
De Grandis ha explicado, durante la visita que la Mesa del Ferrocarril de Almería ha realizado esta semana a Bruselas, que uno de los objetivos irrenunciables de la Comisión Europea es ‘descarbonizar’ el transporte, un objetivo que según señala es prioritario en estos momentos y que alcanza tanto al transporte marítimo como al ferroviario e incluso en el transporte por carretera.
Precisamente el gas natural se contempla como una de las alternativas más viables en el caso del transporte marítimo, con lo que se evitarían los riesgos por contaminación de los grandes mercantes, tanto en cuanto a la emisión de gases contaminantes como en lo que se refiere a los vertidos de combustibles fósiles.
Centro de GNL
Dentro de esa estrategia Almería disfruta de una posición estratégica que la convierte en uno de los puntos más accesibles para el desarrollo de este cambio en el combustible. En primer lugar porque a pocos kilómetros de la capital y del puerto está la estación a la que llega el gasoducto de Argelia, de gran capacidad, lo que hace sencillo el acceso.
Pero también porque las grandes rutas marítimas de mercancías discurren, en su acceso a los puertos del Mediterráneo, a no mucho más de veinte millas de la costa almeriense. La Comisión Europea entiende que eso hace posible que en el puerto de la capital almeriense se instale un centro logístico y una estación de gas natural licuado para el suministro a los buques mercantes.
La oportunidad
El responsable de las redes transeuropeas, y de los corredores Atlántico y Mediterráneo, se mostraba esta semana sorprendido de que apenas medio kilómetro separen las vías del tren del puerto de Almería y aboga por la conexión porque entiende que se abre una excelente oportunidad para que Almería canalice tráficos de mercancías aprovechando esa disponibilidad de gas natural “que nos sitúa en un escenario de transporte marítimo más limpio y más económico de cara al futuro”.
De Grandis considera que ante la creciente adaptación de los barcos mercantes al gas natural “lo ideal sería que Almería pudiera disponer de esa estación de suministro de gas natural antes del año 2020, porque eso reforzaría su posición en el conjunto de los puertos comunitarios”.
Conexión
Para completar el mapa del transporte, la Comisión Europea apuesta por la continuación del Corredor Mediterráneo hasta Almería “porque la intermodalidad, y particularmente la del tren con el barco, forma parte de las directrices de la Comisión Europea para los próximos años”. Para eso se diseñó el programa de conectividad de los puertos españoles, que facilita fondos a proyectos que busquen la intermodalidad.
En cualquier caso desde Europa se miran con recelo los tiempos de desarrollo de los proyectos; por ejemplo se sorprenden de que el plan para unir el tren con el puerto lleve nueve años tramitándose y aún no haya una solución definitiva. Esa conexión, y el centro logístico, permitirían un crecimiento exponencial de un tráfico de mercancías para el que el puerto ya se está preparando.
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