Las exequias tendrán que esperar. La complejidad de la investigación sobre la muerte de tres jóvenes en una cueva de La Molineta la noche del pasado lunes dilata la entrega de los restos a las familias.
Los cuerpos de Alejandro (21 años de edad), Cynthia (15 años) y Naima (12 años) permanecen en el depósito del Instituto de Medicina Legal de Almería a la espera de la autorización del Juzgado de Instrucción número Tres, encargado del levantamiento de los cadáveres de los jóvenes.
Los médicos forenses realizaron las autopsias a los fallecidos a principios de semana, sin embargo, aún se esperan los resultados de las pruebas biológicas y de ADN. Estos informes son muy relevantes para el proceso judicial abierto, más aún tras el hallazgo de los cuerpos carbonizados.
Además, pueden aportar datos para contrastar las versiones ofrecidas por los investigados en sus declaraciones en la Fiscalía de Menores de Almería la mañana del miércoles.
Aunque familiares y allegados se interesaron por la retirada de los cuerpos durante los dos últimos días, finalmente la entrega de los restos mortales tendrá que esperar. De hecho, fuentes de las funerarios consultadas por LA VOZ no descartan que las exequias se pospongan hasta la próxima semana.
Luto y exequias
El Ayuntamiento de Almería confirmó ayer que los servicios sociales han aceptado la petición de la familia de Alejandro para un ‘entierro de beneficencia’. Se trata de un sistema contemplado en la concesión municipal, que permitirá costear los gastos de las honras fúnebres liberando de esta carga a familias con pocos recursos.
La medida se suma a la declaración de dos días de luto oficial anunciada por el alcalde Ramón Fernández-Pacheco la tarde del miércoles. “Ojalá nunca tengamos que volver a hacerlo”, señaló el regidor almeriense a través de sus perfiles de redes sociales. “Mi abrazo a las familias de las tres víctimas”.
La Fiscalía de Menores mantiene abierta la investigación sobre la tragedia de La Molineta. De momento, la fiscal Mariola Gómez decretó medidas cautelares (no son sentencias) para cinco adolescentes presuntamente implicados en el episodio.
De ellos, dos varones ingresaron en un centro de internamiento de la justicia juvenil en régimen cerrado. Son un chico de 17 años señalado por el Grupo IV de la Policía Judicial de Almería como el presunto instigador del fuego y otro joven que habría tenido presuntamente implicación directa.
Los tres restantes están en libertad vigilada desde primera hora de la tarde del miércoles a la espera de la evolución de las investigaciones desarrolladas por la Fiscalía de Menores, en colaboración con la Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Almería.
Según la principal hipótesis sobre la secuencia de hechos, el detenido de 17 años discutió con los jóvenes en el interior de la cueva, que impedían su acceso. Por eso decidió prender fuego a un sofá en la misma entrada a la oquedad, cubierta por unas láminas de chapa a modo de techo. En esta maniobra estaría acompañado del segundo menor internado por orden de la Fiscalía. La Policía Nacional cree que el asunto “se le fue de las manos” y que intentó sofocar las llamas cuando vio la dimensión del incendio. Fue en vano.
Alejandro, Cynthia y Naima quedaron atrapados. Una barrera de fuego en la salida impedía su fuga. Se refugiaron desesperadamente en el fondo de la cueva, donde miembros del Parque de Bomberos de Almería los hallaron sin vida pasadas las 20 horas del lunes.
Un único menor consiguió escapar del recinto antes del avance de las llamas y es ahora un testigo clave para reconstruir la secuencia de hechos, antes y después del inicio del fuego.
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