El sector agrario nutre el músculo económico de la provincia de Almería y la convierte en la referencia española de las exportaciones en Europa. Genera riqueza y empleo, potencia las industrias auxiliares e impulsa proyectos científicos y tecnológicos pioneros.
Sin embargo, su crecimiento parece reñido con una protección eficaz de las condiciones de salud laboral de los trabajadores del campo, sometidos por un paulatino aumento de los incidentes con lesiones e, incluso, por fallecimientos.
Según un informe de la Delegación de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, la accidentalidad laboral en el sector agrario en Almería alcanzó niveles históricos durante el año pasado. El campo pasa de presumir de las tasas más bajas de accidentes a igualar las cifras negras de la industria.
“La siniestralidad en el sector agrario se está incrementando en cifras absolutas y relativas”, señalan fuentes oficiales del Centro de Prevención de Riesgos Laborales, vinculado a la Junta de Andalucía. “De ser un sector con los índices de incidencia más bajos ha pasado a estar al nivel del sector industrial”.
Según estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, los accidentes de trabajo en los cultivos de Almería subieron un 25 por ciento entre 2012 y 2016. La gráfica muestra una tendencia al alza continua, tanto en los episodios anotados durante la jornada laboral como en los periodos in itinere (éstos suponen aproximadamente un 10 por ciento del total).
El Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Almería contabiliza en la agricultura 1.350 accidentes con baja el año pasado en la provincia. El 75 por ciento causaron daños a empleados con contratos temporales y solo el 13 por ciento a personas con contratos indefinidos (un elemento común en una actividad profesional marcada decisivamente por las campañas).
Muertes Y si el dato puede resultar elevado en términos absolutos, un análisis cualitativo de la gravedad de los sucesos enciende las alarmas. “Si atendemos a los índices de incidencia mortales, la situación aún es peor, ya que el sector agrícola se sitúa a la cabeza, por delante de la construcción”, lamenta el Centro de Prevención de Riesgos Laborales.
Por primera vez, el campo supera a sectores tradicionalmente marcados por ciertos peligros en la actividad diaria como la industria y la construcción, incluso durante la crisis económica. “Durante la crisis la siniestralidad lejos de descender ha seguido incrementándose, y esto se ha producido no sólo en la provincia de Almería sino en toda España”, matiza el órgano dependiente de la Delegación de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo que lidera Miguel Ángel Tortosa.
La preocupación por este problema ya apareció en la reunión de febrero de la Comisión Provincial de Prevención de Riesgos Laborales, foro con participación de la propia Junta, los sindicatos, la patronal, la Inspección de Trabajo y la Fiscalía.
En el último balance ofrecido por el delegado Miguel Ángel Tortosa se apuntaba un crecimiento interanual del 5,8 por ciento de la siniestralidad en el campo en 2016. “Tenemos que seguir incidiendo en la necesidad de que todos los agentes implicados en la mejora de la salud y seguridad laboral trabajemos conjuntamente para extender la cultura preventiva y garantizar la seguridad de nuestros trabajadores”, animó.
Inspección de Trabajo actúa con 110 controles
La preocupación sobre la protección de las medidas de prevención de los riesgos laborales en los cultivos de Almería mantiene en alerta a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en la provincia.
La institución ha diseñado un completo programa de vigilancia para 2017 con el doble objetivo de perseguir los incumplimientos más graves (en situaciones de riesgo inminente para los trabajadores) e informar a los agricultores sobre la necesidad de tomar medidas de precaución para evitar incidentes.
Durante este ejercicio los inspectores tienen previsto realizar 110 visitas en una campaña específica para el sector agrario de Almería. Los controles están orientados a las medidas de seguridad laboral.
Además, se realizará una veintena de controles sobre la maquinaria agrícola, donde tradicionalmente se ha producido una alta tasa de accidentalidad (por ejemplo, los fallecimientos de trabajadores en tractores y aparatos similares).
La campaña de inspección afecta a actividades como el manipulado, el montaje de invernaderos, el transporte de mercancías hortícolas o, incluso, la utilización de productos fitosanitarios. Cada función cuenta con un catálogo de medidas de prevención de accidentes laborales y con riesgos específicos.
La Inspección de Trabajo y Seguridad Social en la provincia de Almería diseña su programación anual 2017 con la voluntad de llegar a tiempo. Actuar antes del accidente. Prevenir también desde sus competencias.
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