La gerencia del Complejo Hospitalario Torrecárdenas ya ha aprobado el número de camas que, el próximo verano, se quedarán “en reserva”, un eufemismo, dicen los sindicatos, que en realidad significa su cierre de julio a septiembre.
Según ha podido conocer LA VOZ DE ALMERÍA de fuentes de toda solvencia, desde el próximo 1 de julio hasta el 31 de agosto se clausurará el ala B de la quinta planta, en la que se atiende a pacientes de Cardiología que requieren hospitalización. En este área hay treinta camas.
A ellas se sumarán las 22 del ala A de la primera planta, donde está el área de Otorrinolaringología de Torrecárdenas y donde también están los enfermos convalecientes de Urología. Este ala permanecerá cerrado desde el próximo 1 de julio hasta el 30 de septiembre.
Igualmente, se echará el cierre (o se pondrán “en reserva”, utilizando la terminología de la gerencia) las 26 camas de Pediatría situadas en el ala A de la tercera planta. En total, durante la primera quincena de julio, el Complejo Hospitalario Torrecárdenas mantendrá cerradas 51 camas; la segunda quicena de ese mes serán ya 78, cifra que se mantendrá durante todo el mes de agosto. La primera quincena de septiembre seguirán quedando 48 camas sin uso y la segunda quincena de septiembre, con el hospital volviendo a su normalidad, serán solo 22 camas las que permanezcan cerradas.
A pesar de que el dato acerca a 80 camas hospitalarias las que no se podrán usar durante el verano, son bastantes menos que las 120 que se cerraron el año pasado. La diferencia estriba, en este caso, en el traslado de los pacientes del área de hospitalización de agudos de Salud Mental al Hospital Cruz Roja por las obras que se acometen en el Materno-Infantil y que ha evitado el cierre de camas hospitalarias en el centro concertado de la carretera de Ronda.
La clausura de camas supondrá también -y a falta de conocer datos sobre el Plan de Vacaciones, que se tendrán antes de la primera quincena de junio- la no sustitución de un total de 33 enfermeras, once por planta, que deberían ser reemplazas si las camas se mantuviesen abiertas.
Pacientes extópicos
Los pacientes que, de forma obligada, deberán ser trasladados desde las alas que se cierren, serán atendidos por el personal médico que se quede de guardia (el verano pasado, solo se sustituyó a cinco médicos en Torrecárdenas) y por el personal de enfermería de las áreas donde sean asignados. Son los llamados “pacientes extópicos” que se mezclan en las distintas alas con enfermos convalecientes de otras especialidades.
La medida, que los sindicatos califican de “economicista”, provocará también una reducción de las intervenciones programadas, porque habrá menos camas para las hospitalización de quienes tengan que ser operados.
El verano pasado, en Torrecárdenas se cerraron seis quirófanos, en el Hospital de La Inmaculada la mitad de las salas de operaciones programadas echaron el cierre y en el Hospital de Poniente lo hicieron cuatro de siete.
Estos dos centros hospitalarios también se ven afectados por el cierre de camas. Todavía no se tienen los datos de este verano, pero los sindicatos creen que la situación será similar a la del verano pasado. En el Poniente cerró la quinta planta y en el de La Inmaculada, en Huércal-Overa, del 16 de julio al 30 de septiembre se clausuró la planta de Medicina Interna con 36 camas.
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