Almería tendrá el primer centro de manipulado de papaya del país

A pesar de que su margen de rentabilidad genera algunas dudas, su producción en Almería continua en aumento

Cultivo experimental de papaya en la Estación Experimental de Cajamar.
Cultivo experimental de papaya en la Estación Experimental de Cajamar.
A. Fernández / M. Rueda
12:52 • 16 ago. 2017

La papaya, un cultivo alternativo que se está desarrollando en los últimos años en la provincia, está pasando por una inevitable crisis de crecimiento. Tras la euforia inicial por la promesa de una elevada rentabilidad, surgieron las primeras dudas entre los agricultores que pretendían incorporarlo a su catálogo de producciones anuales.




Según Iván Rodríguez, director de la delegación de Almería de Anecoop, cultivar la papaya no es especialmente complicado, y de hecho tiene menos laboreo que las hortalizas, “pero es cierto que la cultura de los invernaderos recela de un cultivo que precisa uno o dos años para alcanzar buenos datos de producción, ya que están acostumbrados a recolectar a finales de septiembre”.




Suma y sigue
Sin embargo, el crecimiento no cesa. Anecoop, primer operador de papaya en Almería, donde creó la sociedad Exóticos del Sur, reconoce que algunos de los que comenzaron se han retirado, pero a cambio “tenemos 35 contratos nuevos con agricultores que se incorporan”.




Uno de los problemas para el correcto desarrollo del segmento de la papaya es la disposición de los canales de comercialización adecuados. Muchos agricultores se lanzaron al cultivo de este producto, pero a la hora de salir al mercado se encuentran con problemas al ser  un mercado muy normalizado en el que unos pocos operadores tienen la llave, uno de ellos Anecoop.




El grupo cooperativo, que ha impulsado desde Almería la marca Bouquet para su papaya , tiene abiertos canales de distribución con algunos de los mayores grupos de distribución europeos, especialmente para el mercado alemán y centroeuropeo en general.




Manipulado
El avance del cultivo de la papaya ha llevado a Anecoop a lanzar nuevas líneas de trabajo en torno a este producto, una de ellas la comercialización a través del sector del cátering o de los centros comerciales, para lo que prepara especialidades como la venta de producto partido e incluso troceado para ser utilizado directamente en la hostelería.




Dentro de ese plan de expansión del producto Anecoop ha anunciado para la próxima campaña la apertura de un centro específico de manipulado que se está construyendo en la cooperativa almeriense Hortamar.




El director de la delegación en Almería afirma que ya para esta próxima campaña, que alcanzará su punto más alto de producción en los meses de marzo, abril y mayo del año que viene, se espera un volumen de producción de un millón y medio de kilos de papaya que irán destinados íntegramente al mercado español y, sobre todo, a los mercados de la Unión Europea.


La investigación acerca la papaya ideal a Almería
La papaya se ha revelado como uno de los cultivos alternativos principales, si no el principal, al predominio de los 'seis más dos' productos que reinan en la agricultura bajo invernadero almeriense: tomate, pimiento, pepino, calabacín, berenjena, sandía, melón y calabacín. Originario de las zonas tropicales de América, donde se cree que los mayas la cultivaban antes de la llegada de los españoles, el mayor esfuerzo de las investigaciones hasta el momento ha estado en conseguir la mejor adaptación del cultivo al clima subtropical-mediterráneo, así como en seleccionar las mejores variedades para su óptima producción en invernadero.


El Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora (Málaga) asegura que el estudio del rendimiento de distintas variedades es vital a la hora de introducir un nuevo cultivo con el fin de evitar colocar en el mercado fruta de baja calidad que limite sus posibilidades en el futuro.


Precisamente, este trabajo es el que se está llevando a cabo entre la Fundación Cajamar y la Universidad de Almería a través de sus respectivos equipos de investigación en el cultivo de la papaya. Irene Salinas, estudiante de doctorado en la Universidad de Almería, ha realizado un intenso trabajo en el estudio de las distintas variedades comerciales que existen en la actualidad de este fruto exótico en la provincia de Almería.


Variedades
“Desde el inicio y hasta el momento, la variedad 'Intenzza' ha sido la principal de los cultivos locales; se podría considerar como la variedad 'estándar'", explica Irene Salinas, aunque añade que "otras variedades como ‘Siluet’ o ‘Sweet Sense’ también están resultando destacables" y "nuevas variedades como ‘Caballero’ parecen estar tomando fuerza en la horticultura intensiva del arco mediterráneo". Preguntada acerca de qué buscan los productores a la hora de elegir una semilla específica, Salinas habla de plantas "con una entrada rápida en producción, a los ocho o nueve meses de ser trasplantadas". Además, resalta otros factores como la alta productividad y la búsqueda de la máxima rentabilidad en sus cosechas.


Cuestión de altura
"En general, la variedad ideal sería aquella de porte medio-bajo, en concordancia con los invernaderos de altura limitada (3-4 m) característicos de la zona, con homogeneidad entre plantas, que se adapte a bajas temperaturas en invierno y excesivas en verano (con una baja incidencia de malformaciones florales y falta de cuaje de fruta, y consecuentemente poco exigente en mano de obra para desflore y aclareo de frutos), que tenga un tamaño de fruto medio (700-800 g) de buena calidad y postcosecha”, apunta la investigadora de Las Palmerillas y la Universidad de Almería.


Más avances
En los últimos años, han tenido lugar importantes descubrimientos con respecto al cultivo de papaya en climas mediterráneos y subtropicales. La técnica del sexado de la papaya ha permitido identificar una vez se plantan qué papayas son hermafroditas, un requisito imprescindible de cara a la comercialización. Incluso existe técnicas aún más novedosas, como la propagación vegetativa, que ya está desarrollada para otros cultivos de árboles frutales, que podría permitir la selección de las papayas hermafroditas antes del vivero, lo que supone un gran ahorro en el coste en semillas. con lo que las plantaciones serían más homogéneas. “El estaquillado, el injerto o el cultivo in vitro de tejidos son posibles para la multiplicación de la papaya. Partiendo de un material de calidad adaptado a nuestras condiciones y con el sistema de producción es más que probable que estas técnicas se extiendan en poco tiempo”, sentencia Irene.



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