Ocho de cada diez enfermeras sufren estrés y el 51% admite estar ;quemada;

La mitad de los profesionales de enfermería sufren el síndrome del profesional “quemado” y ocho de cada diez reconoce estar estresado, mientras que cerca de nueve de cada diez considera que el ambiente laboral se ha deteriorado y siete de cada diez está convencido de que la atención que se presta a los pacientes del sistema sanitario público ha empeorado en los últimos años.

Estas son algunas de las principales conclusiones del Estudio “Percepción del Estrés en los Profesionales de Enfermería en España. Comparativa 2012-2017”, que ha elaborado el Sindicato de Enfermería, SATSE, gracias a la opinión reflejada por el colectivo en una encuesta realizada a enfermeras en activo de todo el país. Almería ha sido una de las provincias que más ha participado en el sondeo, que ha tratado de valorar aspectos como el incremento de la percepción del estrés y el grado de realización personal entre los profesionales de enfermería a lo largo de los últimos meses, que ha buscado averiguar si, a consecuencia de los recortes impuestos en el ámbito sanitario, se ha deteriorado el ambiente laboral y que ha querido conocer si han aparecido síntomas objetivos asociados al estrés en los profesionales de la enfermería. 

“Lo que más ha influido ha sido el recorte en las plantillas. En los últimos años, la presión asistencial ha sido tremenda y en Atención Primaria se han dado situaciones dramáticas, con plantillas que se han quedado reducidas a la mitad en muchas ocasiones. Eso ha derivado en que la gente esté muy quemada”, opina José González, presidente del sindicato SATSE en Almería. 

Recortes
Desde 2012, el Servicio Andaluz de Salud ha perdido cerca de 7.000 trabajadores, un 25 por ciento de ellos profesionales de enfermería. Recuperar todos esos puestos de trabajo – muchos de ellos amortizados y otros malogrados por contratos que no han sido renovados- parece, a día de hoy y a pesar de las contrataciones que han empezado a realizarse, una misión imposible. “Si la sanidad, como dice la presidenta andaluza, es la joya de la corona, tiene que estar alimentada económicamente. Lo demás, son brindis al sol”, señala el responsable de SATSE en la provincia. 

En 2017, el Gobierno andaluz destinó 1.106 euros por habitante a su sistema sanitario, al tiempo que en el resto de España, la media fue de 1.337 euros. “Faltan medios materiales y humanos. Y esto ha provocado que la sanidad andaluza esté 'achicharrada'. El personal de enfermería se siente como un pulpo, teniendo que hacer cuatro y cinco cosas al mismo tiempo. Hace falta más mano de obra”, destacan desde SATSE Almería. Principalmente, porque, al tiempo que se reducía el personal sanitario, la población ha seguido incrementándose, en torno a un 14% en los últimos diez años. 

Encuesta El principal objetivo del estudio ha sido realizar un diagnóstico sobre la situación actual de los profesionales enfermeros (salud, condiciones laborales…) y del sistema sanitario, así como su evolución en los últimos años después de los recortes en recursos humanos y materiales sufridos en todos los servicios de salud. Hace cinco años, SATSE se elaboró un estudio de similares características y, tras comparar los resultados del actual trabajo con el anterior, el sindicato ha constatado que la situación de los profesionales y del sistema sanitario, no solo no ha mejorado, sino que, en muchos aspectos, ha empeorado.

En la encuesta, los profesionales alertan sobre sus malas condiciones laborales, así como del déficit de plantillas, lo que provoca un deterioro de la calidad asistencial que se presta a los ciudadanos. Reconocen que sufren un pésimo ambiente laboral y que no tienen tiempo ni recursos necesarios para prestar la atención más adecuada a sus pacientes. 
Como consecuencia de esta situación, su salud e integridad física se sigue resintiendo, año tras año, y continúan sufriendo estrés y otras dolencias y enfermedades en un porcentaje muy alto.