Decir que Rossell ha sido pionero del turismo quizá sea quedarse corto. Trajo los primeros charter de alemanes y creó la cadena ‘almeriense’ por excelencia del sector, Hoteles Playa, ahora Senator, con ocho marcas y una treintena de establecimientos.
Los datos y las expectativas para el turismo son espectaculares. ¿Comparte esta euforia?
Yo las dejaría en buenas, de momento. No es tanto oro como reluce. Realmente 2017 se ha cerrado con precios y con ocupaciones como 2008, pero han pasado casi diez años y los costes no son los mismos. Igualmente se está hablando de los millones de personas que entran, teóricamente hace cuatro años hubo sesenta millones, el año pasado dan 83, es un cuarenta por ciento casi de crecimiento y lo que es la planta hotelera ha crecido no llega a un dos por ciento. Sí hay un gran crecimiento en las viviendas ilegales, que no pagan nada, son un desmadre, y no interés en ponerle orden.
¿No es la gallina de los huevos de oro?
No, de lo que habría que preocuparse por parte de los políticos, del Gobierno y de la prensa es de decir cómo estamos de precios medios en los hoteles, qué ocupaciones tienen, qué número de empleados, qué beneficios tienen esas empresas porque, claro, todos diciendo que todo va maravillosamente bien, por un lado, y, por otro lado, que se paga muy mal a los empleados, cuando no es cierto.
¿No lo es?
En absoluto. Hay convenios provinciales que son realmente altos de coste empresa. En España siempre se habla del neto, pero hay que hablar de los brutos.
¿Qué le sugiere la palabra turismofobia?
Es una palabra muy mal empleada. En algunas ciudades tienen razón, pero no se soluciona como ha hecho la alcaldesa de Barcelona diciendo que no se pueden construir más hoteles. Lo que tienen que regular es el tema de los pisos turísticos ilegales o que lleguen al puerto de Barcelona o al de Málaga miles y miles de pasajeros que están un día y que inundan las zonas turísticas, y es dudoso lo que aportan a la ciudad. Eso es lo que crea la mal llamada turismofobia, no los clientes de los hoteles. Con seguridad.
¿Están haciendo mucho daño las plataformas tipo Airbnb?
Los señores de Airbnb son una sociedad que cotiza en Bolsa en Nueva York y tiene un valor de 30.000 millones de dólares. Si eso es economía colaborativa, que venga Dios y lo vea. Es una sinvergonzonería total.
En Almería no tienen el peso de otras ciudades.
Porque no es una ciudad monumental y no hay una demanda tan fuerte como en Málaga, en Sevilla, en Granada, y ya no hablemos de Barcelona, Madrid. Pero ya hay muchos países que lo están regulando porque, además, eso está creando un encarecimiento de los alquileres muy fuerte y está expulsando a la gente que ha vivido allí toda la vida. Y eso de que es una señora a la que le ayuda a vivir, no es verdad, habrá algún caso, pero la gran mayoría son gente, sociedades, incluso fondos, que están comprando pisos a todo tren para alquilarlos de esa forma. Como no necesitan regulación, no pagan ningún impuesto….
¿España debería regular más este asunto?
El Gobierno parece que está tomando alguna medida para que paguen impuestos. Y luego está el tema de la seguridad, porque si vienen media docena de terroristas y se van a pisos de Airbnb no los controla nadie, parece que a nadie le preocupa.
Hay quien piensa que estas plataformas democratizan el turismo por ser más barato.
Claro, si no pagan ningún impuesto y no dan ningún servicio, por descontado que es más barato.
Porque hacer turismo ¿sigue siendo lujo o es accesible?
Hay de todo, depende del nivel, claro, hay también pisos que se alquilan que son de superlujo, lo mismo que hay pensiones y hoteles de cinco estrellas. Lo han vendido muy bien como economía colaborativa y de colaborativa no tiene nada, es negocio puro y duro de miles de millones.
Almería como destino ¿debe ofrecer sol, playa y qué más?
En la costa, sol y playa es lo que vende, por eso se concentra en los meses en los que hace calor. Pretender que venga gente a ese segmento en los meses de invierno es casi imposible. Si el sol y playa va acompañado de buenos restaurantes, buenas tiendas, de un entorno limpio y cuidado, ayuda. La tónica de Almería durante muchísimos años ha sido no cuidar el medio ambiente, ni las calles limpias y los jardines bien cuidados.
¿La falta de limpieza ha sido un inconveniente para nuestro sector turístico?
Totalmente. A ti no te gustaría ir a una ciudad sucia. En Europa cada vez las cosas están más cuidadas y eso es el tipo del 90% de los clientes que tenemos.
¿Qué más factores limitantes para el turismo tenemos? ¿Agua, comunicaciones…?
Las comunicaciones. Agua para el consumo humano hay suficiente. Ahora, el tema de las comunicaciones sí es importantísimo, hemos mejorado algo con la autovía a Málaga pero hemos llegado demasiado tarde, porque si eso hubiese estado hace veinte años...
¿Cómo de tarde?
Hace veinte años habría sido mucho más fácil conseguir que viniesen clientes desde el aeropuerto de Málaga, porque al final es una hora y media, con el autobús dos horas, es un transfer aceptable, porque también desde el aeropuerto de Málaga hasta Estepona o más allá de Estepona se pasa una hora y media o más. Hoy en día hay tanta oferta que ya no es posible, no se ha podido promocionar, no ya Almería, incluso Almuñécar.
Entonces, Almería ha perdido mercado turístico por el retraso de la autovía de Málaga.
Sin lugar a dudas. Y, bueno, ya no hablemos de las comunicaciones con el resto de España, que también influyen mucho. Luego también hubo un momento de caída muy fuerte del mercado alemán, y la sigue habiendo, y no se ha hecho nada. Se pasó de tener a la semana cuatro o cinco mil asientos de vuelos chárter a cero.
¿Qué ocurrió ahí?
Porque las low cost han sido muy perjudiciales para los aeropuertos pequeños, los chárter hoy prácticamente no existen, y las low cost van solamente a la gran masa, a aeropuertos pequeños o medianos les ha perjudicado mucho. También la concentración de touroperadores en Europa ha sido muy mala, se ha perdido competencia. Son unas serie de razones, no hay una sola causa.
¿Es lógico que Almería tenga los precios que tiene en los vuelos?
Falta de competencia, es así de simple. Hay una compañía y ellos se justifican diciendo que tienen también mucho tránsito que viene de terceros países y que el precio medio le sale muy bajo. Claro, son aviones pequeños, estamos geográficamente muy mal situados, eso no se puede obviar.
Y con esas condiciones, ¿Almería puede aspirar a mucho más en turismo?
Es que tampoco la oferta alojativa que tenemos es muy grande, prácticamente no ha crecido en los últimos años. Luego ha habido una serie de empresas hoteleras que han machacado el mercado, eso no lo podemos olvidar, y que tienen unos hoteles que hay que reposicionarlos. O la oferta se reposiciona urgentemente o se convierte en obsoleta.
¿Renovar hoteles?
Sí. Reposicionarlos, lo que se está haciendo muy fuertemente en Baleares, en parte en Canarias, y mucho menos en Andalucía. En Almería menos todavía.
¿Concluimos que Almería tiene una oferta hotelera insuficiente y antigua?
Básicamente sí. Pero es que tampoco el decreto de clasificación hotelera de Andalucía ayuda mucho a la remodelación de establecimientos.
¿Qué le ocurre?
Se ha convertido en algo que no sirve para nada y se le ha pedido a la Junta en múltiples ocasiones que copien lo que hay en Baleares. No lo dicen oficialmente, pero parece que los sindicatos quieren introducir algo que sería una locura, el número de empleados que tiene que tener un hotel, eso va contra todo principio de libre empresa.
¿Habría que actuar urgentemente en la oferta hotelera?
La reposición de los hoteles, con toda seguridad es necesaria.
¿Y si no se hace así o no con la suficiente celeridad?
Se irán cayendo los precios y el nivel de clientela.
Citaba antes los cruceros, ¿no interesa a Almería ese tipo de turismo?
Que hagan números a ver qué trae cuando viene un barco con 1.500 ó 2.000 pasajeros… No es que no interese por definición, pero eso de ir a una lucha a muerte para que vengan muchos más.... En Málaga, cuando se le juntan tres, están agobiando el centro. Trabajarán un poco los taxis, los coches de caballos y algún restaurante, tampoco mucho, porque salen por la ciudad y luego se van a comer al barco. Estas cosas hay que analizarlas en profundidad, pero, claro, como los políticos están en la carrera de que si han venido el año pasado 50 cruceros o 150, este año a ver si llegamos a 250….
¿Tiene Almería suficiente oferta de ocio, cultural, complementaria?
Hay muy poco, pero en el turismo cien por cien vacacional hay gente que no se mueve de la piscina, hay hoteles en primera línea y hay gente que no pisa ni la playa. Ahora, si hay más cosas, viene otro tipo de gente.
¿La oferta crea la demanda?
Sí, claro, el caso más claro es el tema de los museos de Málaga. En Málaga había hoteles que estaban medio vacíos, y hoy en día es una ciudad muy pujante en tema hotelero, y con buenos precios, y ha sido por la oferta museística.
¿Es posible superar la estacionalidad?
A ver, si hubiese muchos más campos de golf, rutas para hacer en bicicleta, más oferta cultural, sí que se podría desestacionalizar, pero hablar de desestacionalizar así por las buenas. ¿Por qué no tenemos aquí en Roquetas campos de hierba con medidas FIFA para traer clubs de fútbol a ensayar en los meses de invierno? Bueno, pues es una forma de desestacionalizar, pero si no se hace nada…Hablar es muy fácil.
¿Qué actitud tenemos los almerienses hacia el turismo?
Se vende muy mal, la gente de Almería lo primero que dice es que hace mucho viento en Almería, y, claro, cómo va a venir alguien que no conoce Almería...
¿Es una carencia el bajo nivel de idiomas?
Sobre todo no querer aprenderlos. El trato es amable, pero hay falta de idiomas y luego un mal que no es de Almería, es de todo el país, la mala educación. Eso de que llega un señor a un bar o un restaurante, y le hablen de tú, eso es impresentable en el resto del mundo.
Senator está en expansión, ¿qué expectativas de crecimiento tienen a corto plazo?
En España algo creceremos pero está en función del mercado porque construir hoteles en España no es rentable, eso ha pasado a la historia. Se ha calentado mucho el mercado con toda esa euforia que hay, no real, y, por otro lado, con los fondos de inversión que decían que lo compraban todo, y tampoco es real. Y luego pasa en este país que de tener apoyo financiero de los bancos ha pasado a cero, sobre todo en Andalucía.
¿Vio ya en 1967, cuando llegó a Almería, las posibilidades que tenía?
Era el único sitio que se podía empezar sin dinero, teníamos oportunidad de traer grupos de alemanes, traje el primer vuelo chárter cuando todavía no estaba el aeropuerto, aterrizamos en el de San Javier y luego el primer chárter que llegó recién inaugurado el aeropuerto de Almería fue de esa misma compañía que venía de Berlín, con eso empezamos el negocio.
Como catalán, ¿cómo está viviendo la situación actual?
Bueno, es un tema muy complejo, pero ha habido ahí un discurso durante muchísimos años que ha ido calando, y luego si tú examinas y ves los apellidos catalanes de pura cepa independentistas, hay un 15 o un 20%, el resto son gente cuyos padres vinieron desde el resto de España. Son gente que lo pasó muy mal, venían a los peores sitios, en casas que estaban medio derruidas, la gente no los miraba bien... yo creo que hoy en día es la reacción del converso, que es más independentista que los propios catalanes.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/145622/jose-m-rossell-almeria-perdio-turismo-por-el-retraso-de-la-autovia-a-malaga