Una banda de ladrones profesionales desvalijó la madrugada de ayer jueves el sex shop ‘Fresa y Chocolate’, el más grande de la capital, y se llevó alrededor de 600 juguetes sexuales -algunos muy exclusivos y caros- y numerosos productos eróticos. El precio de la mercancía robada, en una primera estimación, supera los 9.000 euros.
El asalto se perpetró, según las primeras investigaciones, en torno a las dos de la madrugada y fue rápido. Fuentes cercanas al caso explican que, en el mismo, podrían estar implicadas entre cuatro y cinco personas, uno de ellos el conductor de la furgoneta en la que, presuntamente, tuvo que huir la banda tras cometer el robo.
La parafarmacia está situada en la avenida de Montserrat en la capital, una vía que conecta directamente con la autovía del aeropuerto y por dónde se cree que pudieron escapar los asaltantes. Está, además, rodeada de bloques de viviendas y enfrente hay una gasolinera cuyas cámaras de seguridad investiga la Policía por si en los fotogramas de esa noche aparecieran imágenes que puedan servir para desentrañar el suceso.
Las cámaras instaladas en el local no estaban conectadas y tampoco saltó la alarma. Eso, unido a la velocidad a la que se piensa que actuaron los delincuentes, a los mínimos daños registrados en el local -los asaltantes solo tuvieron que reventar una cerradura para entrar en el sex shop-, a la falta de huellas -se sospecha que iban con pasamontañas y guantes- y a otros detalles de la investigación, como que rociaron con spray negro todos los puntos de luz de la tienda -cuyo gran escaparate luce iluminado toda la noche-, pone a los investigadores ante el panorama de un robo premeditado, estudiado y realizado de forma “muy profesional”, según contaron ayer a este periódico fuentes cercanas a la investigación.
Panorama desolador
Agustín Guirado, dueño de la cadena de tiendas eróticas ‘Fresa y Chocolate’, se enteró del suceso en torno a las diez de la mañana, cuando el empleado encargado de abrir el establecimiento llegó y vio la puerta abierta. Dentro, el panorama era desolador: todas las estanterías estaban vacías y el almacén, desvalijado al completo. “Nunca, en treinta años que llevo en el negocio, me habían robado. Sí he tenido algún hurto, gente que venía a la tienda y se llevaba un consolador o algún juguete erótico, pero nada como lo sucedido anoche. Lo que ha pasado es muy extraño, algo inaudito. Es rarísimo que se hayan llevado una tienda entera”, contó ayer Guirado a este periódico, todavía conmocionado por el suceso.
El robo con fuerza cometido en ‘Fresa y Chocolate’, explica su dueño, podría ser el primero de estas características cometido en nuestro país. “Sí es cierto que ha habido atracos a sex shops, pero para llevarse el dinero, nunca el material. A mí me ha quitado una cosa y la otra”, relató. Los ladrones forzaron también la caja registradora, aunque solo hallaron 300 euros, el cambio que el dueño había dejado la noche anterior al suceso tras hacer recuento de lo vendido ese día.
Juguetes sexuales
Entre los 600 juguetes sexuales robados hay masturbadores masculinos y femeninos -como vaginas de látex o consoladores de diferentes tamaños-, excitantes, estranguladores, látigos, mordazas, material para bondage, lubricantes, huevos y balas vibradoras, lencería y también perfumes con feromonas que potencian la atracción sexual.
El precio oscila entre los 12 euros que puede costar un vibrador básico a los 400 de artículos más sofisticados. Entre ellos, un cuerpo femenino de látex (sin cabeza ni piernas, solo con los órganos sexuales a la vista y un motor que provoca que el juguete alcance una temperatura similar a la del cuerpo humano y vibre al mismo tiempo), que está considerado en el mercado como el masturbador masculino más exclusivo.
“Este es un artículo para un público muy particular. Pesa unos 45 kilos y vendemos uno o dos al año. Por eso se cree que los que han cometido el robo han tenido que ser al menos cuatro o cinco personas, porque es mucho material y muy pesado”, señalaba ayer Guirado, que anoche todavía hacía inventario de los productos desaparecidos.
Los ladrones se llevaron también penes gigantes de hasta 50 centímetros, falos rotatorios o los llamados “we-wibes” -unas pinzas que sirven para estimular, al mismo tiempo, al hombre y a la mujer, durante el acto sexual- y que cuestan cerca de 180 euros la unidad. Salvo en algunos casos, todos los artículos robados, apuntan fuentes cercanas a la investigación, tienen muy fácil salida en el mercado ya que se trata de material que se vende "muy bien" y que tienen en Internet un mercado enorme.
Guirado, uno de los empresarios más veteranos del sector en nuestro país y de los más reconocidos, cuenta con tres tiendas en Almería, todas de la cadena ‘Fresa y Chocolate’ de su propiedad. Ayer, horas después de que su local estrella hubiera sido desvalijado, todavía se preguntaba las razones de un asalto que plantea muchos interrogantes. El principal de ellos, quién o quienes están detrás del suceso y cómo se intentará dar salida ahora a los cientos de productos eróticos robados.
El vibrador de ‘50 sombras de Grey’
La parafarmacia ‘Fresa y Chocolate’ tiene una página de Facebook con cientos de seguidores en la que anuncia las principales novedades que pone a la venta. Entre los últimos artículos, el local mostraba fotografías de una nueva gama de consoladores y del “potente” vibrador de ‘50 sombras de Grey’.
Las pasadas Navidades, como regalo de Reyes, la tienda ofrecía a su público un “huevo vibrador” que está causando furor entre las parejas, según Guirado. “Se vende como churros. Se utiliza con aplicación en el teléfono móvil mediante Bluetooth a corta distancia y también a la larga distancia, hasta 50 metros. Es silencioso, tiene unas potentes vibraciones y tú puedes crear el patrón que quieras de vibración dentro de la aplicación, lo puedes sincronizar con tu música de Spotify para que vibre al ritmo de la música... tiene control de voz para que cuando le hables, vibre. Es una auténtica pasada para pasarlo genial con la pareja”.
Los ladrones se llevaron anoche todas las existencias. No dejaron ni uno.
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