Más de 17.000 profesionales del sector de la hostelería almeriense -camareros, cocineros y empleados de hoteles- están pendientes de una negociación colectiva que lleva meses paralizada. La incertidumbre sobre los salarios se cierne sobre este sector, encuadrado en el sector Servicios, que es uno de los baluartes de la economía provincial. Almería es una de las 21 provincias españolas en las que aún no se ha renovado el convenio, que es la gasolina con la que el sector debe funcionar.
El aumento de los salarios ha bloqueado la negociación colectiva en la hostelería. En la actualidad, las relaciones laborales del sector se estructuran en 51 convenios, que afectan a 1,2 millones de personas en todo el país, de los que al menos 24 no se han renovado, bien porque se están negociando o por falta de acuerdo entre patronal y sindicatos. Uno de los problemas denunciados por los sindicatos es la externalización que ha traído la prevalencia del convenio de empresa sobre el del sector, en vigor desde 2011, y la irrupción de empresas multiservicios con salarios muy inferiores, según los sindicatos.
La temporalidad y los contratos estacionales son la norma en el sector de hostelería. El balance de 2017 confeccionado por CC OO muestra que de los 4,21 millones contratos firmados en el sector de la hostelería durante el año 2017, tan solo 127.937 los fueron de carácter indefinido (3,03%). A su vez, de los 4,088 millones de contratos temporales, el 45,2% fueron suscritos por menos de una semana, alcanzando hasta el 48% los que no superaron las dos semanas.
En Almería, más de 300 personas se concentraron a las puertas del edificio Asempal hace unas semanas, alegando que “los empresarios siguen realizando una creación de empleo de baja calidad y con salarios muy precarios, que conlleva que un 13,1% los trabajadores y trabajadoras están en riesgo de pobreza, mientras las empresas siguen aumentando sus beneficios”.
No menos de 1.000 euros Desde ambas organizaciones sindicales se exige que no haya sueldos inferiores a 1000 euros mensuales, que se protejan los incrementos salariales pactados con una cláusula de revisión salarial y priorizando el empleo de calidad, racionalizando las jornadas de trabajando, frenando los accidentes laborales y luchando contra la desigualdad y discriminación.
Los sindicatos esgrimen que en la provincia hay miles de trabajadores de este gremio que no han visto renovadas sus condiciones en los tres mejores años del turismo de la historia.
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