Limpiando hasta donde ve la suegra

El plan acometido durante el mes pasado por la Junta de Andalucía para limpiar las pintadas aparecidas en las murallas del Cerro de San Cristóbal, en el entorno de la Alcazaba, ha dejado ‘olvidadas’ varias de ellas en lienzos y torreones, cierto es que algunas en lugares poco accesibles, aunque sí lo suficiente para ser alcanzados por los responsables de estos actos vandálicos. 

Estos olvidos han sido explicados gráficamente por la Asociación de Amigos de la Alcazaba: “Han limpiado lo que ve la suegra”, dicen con sentido del humor, aunque no sin expresar su incomprensión hacia un plan que teóricamente debería haber acabado con  todas las pintadas.

La limpieza comenzó el pasado 4 de febrero, con una inversión cercana a los 11.000 euros. Según informó la Junta por aquel entonces, la intervención consistiría en “un decapado químico, hasta llegar al nivel apropiado sin desgaste de mortero y aplicado en etapas sucesivas para, a continuación, llevar a cabo una proyección controlada de árido para afectar lo menos posible al material”.

Bajo supervisión Finalmente, estaba previsto aplicar una pátina de acabado del tono de la piedra original y cerrar el hueco de la zona con mampuestos, mortero de cal y arena para aplicar un revestimiento de cal como acabado final.
La empresa Rehabitec fue la encargada de realizar el proyecto, aunque los trabajos estuvieron en todo momento supervisados por un técnico especializado en restauración.

Pese a todo ello, los Amigos de la Alcazaba denuncian que no solo siguen algunas pintadas, sino que no se ha eliminado la pintura del recinto que sube a la muralla y, además, “se han utilizado productos agresivos, como estropajos, que han rayado el lienzo antiguo y los restos de la actuación han sido dejados a pie de murallas  junto a otras basuras”. Todo ello teniendo en cuenta que la Alcazaba de Almería y su entorno están declarados Bien de Interés Cultural, por lo que cualquier actuación debe ser realizada con el máximo cuidado y ateniéndose a la legislación.

Fuentes de la asociación también consideran que el plan de limpieza pudo ser demasiado rápido y se habrían utilizado materiales no especialmente indicados para tratar las murallas. De hecho, otras fuentes consultadas por este periódico  mantienen que han quedado señales de la aplicación de “estropajos o cepillos duros e industriales que estarían contraindicados para estas actuaciones, porque podrian dañar las murallas”. “Se puede decir que ha sido como matar moscas a cañonazos”, se lamentan.