El obispo prohibe una procesión del Casco Histórico tras 22 años

El Obispado de Almería ha notificado a los responsables de la Asociación Cultural Nuestra Señora de la Luz “la situación ilegal en la que están incurriendo”, tal y como se puede leer en la carta que firma el Vicario General, Miguel Romera, y que recibió en el día de ayer José María de las Heras, responsable de la asociación.

“Están actuando sin ningún tipo de solicitud de permiso ni licencia por parte de la autoridad eclesiástica”, indica Romera en su misiva.

De hecho, detalla el texto episcopal que la asociación organiza una procesión (prevista para el próximo 1 de junio) “con una imagen cuya realización, bendición y exposición al culto público no han sido aprobadas por el Obispo de Almería”.

Tanto es así que, a día de hoy, la talla mariana está en un bajo y la procesión en sí sale del entorno de San Antón, no de la propia ermita.

Delito

“Esto incurre en un delito recogido en el Código Penal (art. 525), al apropiarse de actos de culto, imágenes y símbolos de una determinada confesión religiosa”, aprecia la carta de Romera.

Así las cosas, la Diócesis de Almería, le ha notificado a la Asociación Cultural Nuestra Señora de la Luz a través de esta carta “la prohibición para la realización de ninguna procesión sin permiso de este Obispado, esperando si lo desean que podamos retomar esta cuestión cuando lo deseen y así encontrar un cauce de positivo entendimiento”.

“No es una herejía”

De hecho, este no es ni mucho menos el primer contacto que el Obispado tiene con la Asociación: tal y como explica el Delegado Episcopal para las Hermandades y Cofradías, José María Sánchez, él mismo se reunió con los responsables de la Virgen de la Luz hace dos años para tratar de reconducir una situación que, finalmente, ha desembocado en la prohibición.

De las Heras, por su parte, reconoce parte de la situación. “Sé que las normas hay que cumplirlas”, afirma en declaraciones a LA VOZ poco después de recibir la notificación episcopal. “Pero han sido muy rotundos y lo hacen poco antes de la procesión: después de 22 años se ponen en estas”, lamenta De las Heras.

El responsable de esta asociación cultural opina que “no se puede tachar de que no seamos cristianos ni creyentes”. 

Más allá de la reacción de De las Heras tras recibir la notificación episcopal, su intención es “regularizarnos y ser de la Iglesia, que quede todo en un malentendido”.

Respecto a la inminente procesión de la Virgen de la Luz, prevista para el próximo 1 de junio, el Obispado es claro: está prohibida. “Pero yo no digo a día de hoy que no vaya a salir”, plantea José María De las Heras.

Comunicación

Mientras tanto, el Obispado no solo ha notificado a la propia Asociación Cultural Nuestra Señora de la Luz la prohibición de cualquier procesión que no esté aprobada por González Montes.

Así, también ha comunicado la situación a las otras instituciones implicadas, como la parroquia de san Juan Evangelista (a través de su párroco, Tomás Cano), la Agrupación de Hermandades y Cofradías (presidida actualmente por Encarni Molina) e incluso al Ayuntamiento de Almería, del que depende el corte de calles para la habitual procesión que, hasta ahora, había venido organizando la Asociación Cultural en los primeros días de junio.

Consecuencias

Si bien el texto enviado por el Obispado no concreta qué sucedería en caso de que la Asociación Cultural haga caso omiso de la prohibición, sí que deja claro que este hipotético caso tendría efectos.

“La negativa a cumplir la presente prohibición conllevará de forma inmediata el inicio de actuaciones legales conforme a la ley eclesiástica y la ley civil denunciando dichas acciones”, reza la notificación del Vicario General de la Diócesis de Almería, Miguel Romera Domene.

Además, tal y como plantean desde el Obispado, esta es la primera vez que la institución diocesana llega a tomar medidas para prohibir una procesión nacida fuera del seno eclesiástico.

Sin duda, se trata de una forma de marcar el camino correcto a otras iniciativas que, como la de la Virgen de la Luz, podrían estar gestándose a lo largo y ancho de la diócesis, especialmente en la capital. Así, el trabajo parroquial y el crecimiento en el seno eclesiástico y en el marco de las normas diocesanas son la guía a seguir para crear nuevos proyectos.